Cuando las fuerzas armadas toman las calles, comienzan las denuncias sobre violaciones a los derechos humanos. Sucedió sistemáticamente en América Latina en los últimos 50 años y se reproduce en estos momentos en México en el medio de la guerra contra los carteles del narcotráfico. Desde que el presidente Felipe Calderón decidió hace cinco años que el ejército combatiera a los narcos, murieron 50.000 personas. Ahora, gracias a una investigación de la organización Human Right Watch sabemos que también hubo cientos de casos de tortura, ejecuciones y desapariciones.
Y se exponen casos muy concretos. Como el del trabajador Gustavo Acosta que escuchó unos disparos, abrió la puerta de su casa, vino un marino y le pegó un tiro en la frente. Para tapar el crimen, los uniformados se llevaron a su hermano y lo amenazaron: "si hablas, muere el resto de la familia". Ocurrió en Nuevo León el 1 de septiembre. También está Yadira Sepúlveda que busca a su hermano, el constructor Jehú de 23 años, detenido por la policía por conducir sin licencia, lo entregó a la marina en noviembre del 2010 y desde entonces está desaparecido. O René Jasso, un taxista de 26 años que lo fue a buscar una unidad militar sin orden de arresto y que desde entonces nadie sabe de su paradero. A su hermano le dicen que no pesa ninguna acusación sobre René. "Se deben haber equivocado", explican.
La investigación, que llevó dos años, arroja que al menos hubo 170 casos probados de tortura, 24 ejecuciones extrajudiciales y 39 desapariciones forzadas. Los militares recibieron 3.671 denuncias de violaciones de derechos humanos cometidas por sus hombres. Pero los tribunales castrenses sólo iniciaron acciones contra 34 uniformados, o el 0,9% del total y condenaron a apenas 15, el 0,4%.
Cuando se le presentó el informe a Calderón éste respondió que los que violan los derechos humanos de los mexicanos son los delincuentes. Y no quiso hacer comentarios sobre los abusos de los militares más allá del consabido "vamos a investigar".
Calderón se irá el próximo año pero el grave problema quedará por mucho tiempo en la conciencia y el alma de los mexicanos.
Tomado:Clarin.com