A un año de instalarse los diálogos de paz en Noruega, la guerrilla de las FARC-EP y el Gobierno colombiano avanzan con la esperanza de poner fin a más de 50 años de conflicto armado.
Una paz que los colombianos ansían, sobre todos los jóvenes, la mayoría de ellos nacidos en medio de una guerra que ha dejado un saldo de entre cuatro y cinco millones de desplazados, 220 mil muertos y 25 mil desaparecidos.
El país mantiene la expectativa en que ambas partes encuentren soluciones para "una paz estable y duradera".
La misma expectativa con que se inició el proceso hace 12 meses en la localidad de Hurdal, 80 kilómetros al norte de Oslo, con Noruega y Cuba, como países garantes, y Venezuela y Chile como acompañantes.
Acudimos con un sueño colectivo de paz y un ramo de olivo en nuestras manos, expresó ese día en Oslo el jefe del equipo de la fuerza insurgente, Iván Márquez.
Desde entonces han transcurrido 15 ciclos de diálogo permanente en La Habana marcados por encuentros y desencuentros y acuerdos parciales en el primero de los cinco puntos, el desarrollo agrario integral, en mayo último.
El Gobierno de Juan Manuel Santos, representado en la mesa por el exvicepresidente Humberto de la Calle, y la guerrilla continúan trabajando en el tema de la participación política, pese a las maniobras de los enemigos de la paz que como ha expresado el propio mandatario "no son muchos, pero son muy activos".
De la Calle aseguró en días recientes que no se ha planteado una suspensión de las conversaciones durante las elecciones de 2014, y el énfasis debe estar en la búsqueda de consensos que satisfagan a la sociedad.
La postura del Gobierno ha sido y sigue siendo una forma expedita de discusión que permita acuerdos que satisfagan la expectativa de la sociedad, no del Gobierno, para concretar resultados rápidamente, apuntó.
Mientras el proceso de paz avanza, diversos sectores sociales y políticos, la iglesia católica y el pueblo esperan que el presidente Santos y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) anuncien pronto el inicio de conversaciones.
Tomado: Prensa Latina