“En los últimos años, por primera vez en su historia, América Latina se ha liberado sustancialmente a sí misma de la influencia extranjera. [..] Por ejemplo, no quedan prácticamente bases militares de EEUU en América Latina”, lo que indica, entre otras razones, un “cambio histórico” en la región, según recoge el diario estadounidense ‘The Washington Times’.
El escritor explica que durante todo el período durante el que Latinoamérica estuvo bajo la dominación de EEUU, “la estructura típica que ha guiado América Latina ha sido una pequeña élite europeizada, a menudo blanca, enormemente rica, y orientada hacia el Oeste, no hacia su propio país”.
Los países de América Latina también “se están moviendo hacia un tipo de integración”, añade. Para Chomsky, en el pasado, bajo el dominio exterior, los países de la región estaban bastante alejados entre sí. “Las interacciones de las pequeñas élites que les gobernaban eran con Occidente, y no con otros países de América Latina. Eso está cambiando”, insiste el profesor.
El declive de EEUU
En su opinión, con la “liberación” de América Latina, muchos han especulado que estamos ante el principio del fin del imperio americano. Sin embargo Chomsky señala que más que al fin, “estamos asistiendo al declive del poder estadounidense”.
Para Chomsky, el poder de EEUU sigue siendo abrumador pues continúa siendo “una fuerza aterradora muy intimidante en los asuntos internacionales”, pero [su poder] está disminuyendo”, aclara.
El profesor estadounidense continuó exponiendo que tal disminución era de esperar, dada la historia del ascenso de EEUU a su condición de superpotencia: “El poder estadounidense llegó a su cima en 1945, el fin de la II Guerra Mundial [...]. La guerra fue muy beneficiosa para la economía estadounidense”, llegando a poseer tras la contienda el 50% de toda la riqueza del mundo.
Sin embargo, desde los años 1970, cuando el mundo se volvió tripolar (con tres grandes centros de poder: EEUU, Europa y Japón), tuvo que compartir su poderío económico descendiendo esta hasta el 25% de la riqueza del mundo. Y “ese proceso continúa en descenso desde entonces”, asevera el profesor.
Tomado: RT/Librered.net