La participación política guiará hoy el rumbo en la continuación en Cuba de las pláticas de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno del país suramericano.
Anclados en el segundo punto de una agenda de seis, pactada en octubre pasado en Oslo, las partes buscan un acuerdo parcial en el tema como el conseguido en mayo pasado en materia de desarrollo agrario.
Con tal propósito, retomaron la víspera las conversaciones tras el receso del sábado de la XVI ronda, cuya primera se inició en noviembre pasado en La Habana, la sede permanente en este esfuerzo por concluir casi medio siglo de conflicto armado.
"Nuestra voluntad es de reconciliación, no de rendición", señaló el jefe de la delegación de las FARC-EP, Iván Márquez, en un comunicado leído a los periodistas.
Las palabras del representante de las FARC-EP fueron en respuesta a las declaraciones el sábado en Viotá del presidente Juan Manuel Santos, quien llamó buitres que viven de la muerte a los que se oponen al proceso que desarrollan ambos contendientes.
Márquez llamó a sentar las bases de una paz estable y duradera con transformaciones estructurales en lo político, económico y social.
La injusticia social, la ausencia de democracia, de soberanía, esa es la verdadera mula muerta atravesada en el camino de la paz, continuó.
Al referirse a las 30 cuartillas que recogen convenios construidos entre las partes, el representante guerrillero exhortó a los colombianos y la comunidad internacional darle un decidido apoyo a los esfuerzos de paz.
Tras su ausencia el viernes pasado, el jefe de la delegación del gobierno en las conversaciones, el exvicepresidente Humberto de la Calle, volvió a encabezar el grupo negociador del Gobierno, pero se limitó a saludar con un gesto de la mano a los reporteros presentes.
Tomado. Prensa Latina