Irán rechazó este domingo las demandas de Occidente para sacar del país su sensible material nuclear, aunque dio indicios de flexibilidad en otros aspectos de sus actividades atómicas que preocupan a las potencias mundiales antes de que reanuden las negociaciones la próxima semana.
Las conversaciones sobre el programa nuclear de Irán que partirán el martes en Ginebra serán las primeras desde la elección del presidente iraní Hassan Rouhani, quien ha intentado mejorar las relaciones con Occidente y levantar las sanciones económicas en contra de la república islámica.
Las declaraciones hechas este domingo por el viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araqchi, podrían decepcionar a funcionarios occidentales, quienes quieren que Irán saque del país su uranio enriquecido a una concentración fisible del 20 por ciento, el cual está a un pequeño paso técnico del material necesario para fabricar armas atómicas.
Araqchi, quien participará en las conversaciones de Suiza, expresó, no obstante, una línea menos dura respecto a otras áreas del enriquecimiento de uranio, que según Teherán tiene propósitos pacíficos y será usado como combustible nuclear. Occidente, en cambio, teme que el material nuclear iraní busque desarrollar armas atómicas.
"Por supuesto que negociaremos respecto a la forma, cantidad y niveles diversos de enriquecimiento (de uranio), pero el envío de materiales fuera del país es nuestra línea roja", dijo Araqchi en citas publicadas por el sitio web del canal de televisión estatal.
Las potencias mundiales, en negociaciones desde inicios del 2012, han exigido que Irán suspenda el enriquecimiento al 20 por ciento, envíe parte de sus reservas de uranio al exterior y cierre la central subterránea de Fordow, donde realiza la mayor parte del enriquecimiento a mayor grado.
A cambio, ofrecieron levantar las sanciones impuestas contra Irán en el comercio de oro, metales preciosos y petroquímicos, pero Teherán, que desea también la eliminación de las restricciones a su sector bancario y petrolero, ha desestimado esa oferta.
La república islámica dice que necesita el uranio al 20 por ciento para un reactor de investigación médica.
(Reporte adicional de Dan Williams en Jerusalén y Justyna Pawlak en Bruselas. Traducido por Nadia López)
Las declaraciones hechas este domingo por el viceministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araqchi, podrían decepcionar a funcionarios occidentales, quienes quieren que Irán saque del país su uranio enriquecido a una concentración fisible del 20 por ciento, el cual está a un pequeño paso técnico del material necesario para fabricar armas atómicas.
Araqchi, quien participará en las conversaciones de Suiza, expresó, no obstante, una línea menos dura respecto a otras áreas del enriquecimiento de uranio, que según Teherán tiene propósitos pacíficos y será usado como combustible nuclear. Occidente, en cambio, teme que el material nuclear iraní busque desarrollar armas atómicas.
"Por supuesto que negociaremos respecto a la forma, cantidad y niveles diversos de enriquecimiento (de uranio), pero el envío de materiales fuera del país es nuestra línea roja", dijo Araqchi en citas publicadas por el sitio web del canal de televisión estatal.
Las potencias mundiales, en negociaciones desde inicios del 2012, han exigido que Irán suspenda el enriquecimiento al 20 por ciento, envíe parte de sus reservas de uranio al exterior y cierre la central subterránea de Fordow, donde realiza la mayor parte del enriquecimiento a mayor grado.
A cambio, ofrecieron levantar las sanciones impuestas contra Irán en el comercio de oro, metales preciosos y petroquímicos, pero Teherán, que desea también la eliminación de las restricciones a su sector bancario y petrolero, ha desestimado esa oferta.
La república islámica dice que necesita el uranio al 20 por ciento para un reactor de investigación médica.
(Reporte adicional de Dan Williams en Jerusalén y Justyna Pawlak en Bruselas. Traducido por Nadia López)
Tomado: matrizur.org