Los expertos dijeron en una entrevista que el informe publicado el mes pasado por la OMS desestima el impacto de las acciones de las tropas aliadas en el acervo génico de los iraquíes.
En esa entrevista afirmaron que el reporte de este organismo de la ONU fue escrito bajo presión política y su objetivo era ocultar las evidencias científicas de la catástrofe ambiental producida por la operación militar liderada por el ejército de los Estados Unidos.
El doctor Keith Baverstock, un experto en el impacto de radiación que trabajó 13 años para la OMS, afirmó que el informe fue realizado sin incluir información obtenida de los hospitales iraquíes.
“Este documento no tiene nada de índole científica. Uno de los mayores problemas metodológicos de este estudio, entre otros, es que el documento ni siquiera consideró los registros médicos de los hospitales iraquíes. Los médicos iraquíes registran una cantidad mayor de defectos congénitos que en datos del reporte”, dijo Baverstock.
Varios estudios recientes en este país advirtieron sobre tasas de malformaciones congénitas preocupantes en zonas en las que los soldados estadounidenses, británicos y otras fuerzas de la coalición lanzaron munición altamente tóxica.
Durante la guerra en Irak desatada en 2003 contra el gobierno de Saddam Hussein el país se convirtió en un montón de basura tóxica: fósforo blanco, uranio empobrecido, residuos de bombas termobáricas, que trajo como consecuencia la contaminación que llevó a muchas mujeres a dar a luz a bebés con malformaciones, con abortos, por lo que evitan tener hijos.
La coalición internacional atacó Irak con el pretexto de que poseía armas de destrucción masiva, que jamás fueron halladas. En total, más de un millón de iraquíes murieron durante la invasión y ocupación estadounidense del país.
Archivos desclasificados de la CIA revelaron que la Casa Blanca aprobó hace 25 años que Saddam Hussein empleara armas químicas en la guerra de Irak contra Irán.
Los archivos de la CIA confirmaron que la Casa Blanca fue permisiva cuando Hussein utilizó ese tipo de armas entre 1980 y 1988. Medios estadounidenses recordaron que la prioridad de la administración del expresidente Ronald Reagan en aquella época era garantizar que Irak ganara el enfrentamiento bélico a cualquier costo.
Posteriormente, durante la invasión estadounidense a Irak en el 2003, el Ejército norteamericano empleó armas químicas contra la localidad de Faluya, a 65 kilómetros al oeste de Bagdad.
A una década de la invasión han aumentado los casos de cáncer, leucemia, malformaciones congénitas, parálisis, daños cerebrales y mortalidad infantil en la zona.
Tomado:RT/ LibreRed.net