Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno colombiano informaron este viernes en La Habana sobre los avances en el acuerdo para la eliminación de minas antipersonales, artefactos explosivos improvisados y municiones sin estallar.
En un comunicado conjunto, la guerrilla y el gobierno indicaron que la vereda El Orejón, ubicada en el municipio de Briceño, Antioquia, fue elegida para iniciar el proyecto piloto de desminado, reporta Prensa Latina.
Hasta la zona viajó el grupo de gestión conformado por delegados del gobierno, miembros representantes de las FARC-EP y técnicos de la organización Ayuda Popular Noruega. La delegación —precisa el texto— estuvo acompañada por Cuba y Noruega, países garantes; y del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Luego de la selección de sitios, se inició la segunda fase del proyecto denominada Estudio No Técnico con el fin de recopilar la información para identificar las áreas realmente contaminadas por explosivos.
Un equipo liderado por la Ayuda Popular Noruega entró en contacto con las comunidades para realizar entrevistas con el fin de recopilar información y socializar el proyecto, explica el documento.
Como resultado de un trabajo coordinado entre el Gobierno y las FARC-EP, se identificaron cuatro áreas peligrosas que suman aproximadamente 12 000 metros cuadrados.
Según quedó establecido en el acuerdo, el compromiso es mantener las áreas intervenidas libres de minas y artefactos explosivos, como una garantía de no repetición para el beneficio de las comunidades, indica el texto.
Este viernes se incorporó la canciller colombiana María Ángela Holguín a los diálogos de paz que se desarrollan en La Habana desde el 19 de noviembre del 2012.
“Creemos que la experiencia diplomática de la canciller Holguín puede incorporar la dosis de tranquilidad necesaria. Bienvenida”, indica un comunicado de las FARC-EP, fechado el viernes en las Montañas de Colombia y firmado por el comandante del Estado Mayor Central de esa fuerza guerrillera, Timoleón Jiménez.
El texto recuerda que los países garantes del proceso de paz, Cuba y Noruega, expresaron su preocupación por el escalamiento de la confrontación e invitaron a ambas partes a esforzarse por salvar la negociación, mientras la Unión Europea se manifestó en el mismo sentido.
Tomado: Granma