Cuba y Noruega llamaron a las partes a que continúen sus esfuerzos para seguir avanzando en la discusión de las cuestiones pendientes, incluyendo la adopción de un acuerdo para el cese bilateral definitivo del fuego y las hostilidades
Los gobiernos de Cuba y Noruega, garantes de la mesa de conversaciones entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) que se desarrolla en La Habana, expresaron ayer su “profunda preocupación” por el “actual escalamiento del conflicto armado” en la nación sudamericana.
Los garantes Rodolfo Benítez y Dag Nylander también lamentaron las pérdidas humanas que se han producido.
Según la declaración emitida desde el capitalino Palacio de Convenciones, sede de los diálogos de paz, “los avances logrados en la Mesa, con importantes acuerdos sobre tres de los puntos de la Agenda de las conversaciones, deben ser preservados”.
“El escalamiento de las acciones violentas también pone en riesgo las acciones prácticas que se han estado implementando para el desescalamiento del conflicto y el incremento de la confianza, como son las referidas a la limpieza y descontaminación del territorio de minas antipersonal, artefactos explosivos sin explotar y restos de explosivos de guerra”, subraya el texto.
Cuba y Noruega llamaron a las partes a que “continúen sus esfuerzos para seguir avanzando en la discusión de las cuestiones pendientes, incluyendo la adopción de un acuerdo para el cese bilateral definitivo del fuego y las hostilidades”.
Los países garantes reiteraron, además, “su plena disposición a continuar contribuyendo en todo lo posible al avance de las conversaciones y la adopción de un acuerdo final para la terminación del conflicto colombiano y la construcción de una paz estable y duradera en Colombia”.
En la mañana de este 27 de mayo, las FARC-EP llamaron desde La Habana a avanzar en el desescalamiento del conflicto, en tanto condenaron el bombardeo del pasado 21 de mayo contra la guerrilla.
“Tenemos que salir de esta turbulencia para entregarle al pueblo colombiano un horizonte diáfano que nos permita transitar, libre de enredaderas, el camino hacia el Acuerdo Final”, subraya el comunicado entregado a los medios.
El vocero de los insurgentes, Pastor Alape, denunció además que en el ataque de la pasada semana murieron 27 guerrilleros, la mayoría por el efecto de las bombas, y demandó justicia e investigación para el esclarecimiento del suceso.
Entre los fallecidos se encuentra Jairo Martínez, integrante de la Delegación de Paz de las FARC-EP en La Habana.
Tomado: Granma