Esta debe ser la pregunta
que por estos días y luego de empezar a entregar las armas los guerrilleros se
hacen y las dudas no son infundadas, si tenemos en cuenta que las zonas
veredales transitorias, deberían estar acondicionadas el 3 de octubre momento
en el cual los guerrilleros iniciaban su marcha final hacia la vida civil.
Si bien, este hecho no fue
posible por la negativa en el plebiscito y la renegociación de los Acuerdos,
los guerrilleros iniciaron su tránsito hacia estas zonas en el mes de diciembre
terminando como fecha límite del gobierno el 31 de enero. Donde se iniciaba el
D+30, momento en el cual la ONU, ya había instalado los contenedores para
empezar a recibir las armas, que serán custodiadas las 24 horas por personal
especializado, donde solo ellos tienen los dispositivos con los que se abren.
Pese a esto, el gobierno
demostró la ineficiencia propia del Estado con la adecuación de las zonas
transitorias lugar, donde la guerrillerada se concentra para dar paso a la vida
civil. En estos sitios es muy poco lo que ha cumplido, no solo en la construcción
de infraestructura sino en el suministro de víveres y atención en servicios
básicos como agua potable, saneamiento, servicios de salud y la presencia de
entidades como la registraduria, ministerio de educación, entre otros, los
cuales ya debería estar escolarizando al gran número de guerrilleros que
requieren algún tipo de educación o profesionalizarse en algún oficio, que le
vaya a servir para ingresar al sistema económico, es de suponer que no solo los
cursitos que dicta el SENA en panadería y construcción son de utilidad, existen
muchos otros oficios y profesiones donde se pueden desempeñar.
El problema que debe estar
rondando a los guerrilleros es la ineficiencia del Estado y su falta de
compromiso con lo acordado, si entregan los fierros, no hay forma de persuadir
al gobierno, sin olvidar que Santos esta de salida con ello se quita el peso de
encima y deja la implementación en el siguiente gobierno, los cuales vienen
advirtiendo que modificaran los Acuerdos.
Si bien, este parece ser un
problema grave, existen otras preocupaciones en los guerrilleros, las mismas
que llevaron a muchos a empuñar las armas, como la pobreza y la miseria,
factores que pueden obligar a estos guerrilleros a regresar al monte, o a
buscar de forma individual su supervivencia, lo que se conoce como el ingreso
al mercado del rebusque.
Acostumbrados a recibir de
la comandancia los elementos esenciales como ropa, calzado, elementos de aseo,
comida y atención básica en salud. Ahora se encuentran con la nueva realidad
como la búsqueda de empleo, la capacitación que exige, lugar de vivienda, lo
que implica pagar un arriendo, servicios, alimentación y educación para los
hijos.
Estos factores pueden ser
problemáticos para la mayoría de guerrilleros que no estuvieron acostumbrados
al manejo de dinero, a tener un estado de gastos e ingresos y que ahora su
estabilidad económica depende de cuánto dinero reciben por su salario y cuanto
deben gastar. Sin olvidar, que desde ese mismo momento en que abandonan las
zonas transitorias deben buscar un lugar de vivienda que no puede ser una carpa
debajo de un árbol, cerca de un río o algo similar, sino un lugar digno aunque
carente de comodidades.
Sino que por el contrario
tiene que ser una vivienda, a la cual hay que empezar a dotar de elementos
básicos como estufa, utensilios de cocina, cama, colchones y enseres mínimos
con los que cuenta una familia pobre, los cuales no están provistos en el
acuerdo.
La reincorporación de los
guerrilleros depende no solamente del cumplimiento de lo pactado, sino que
estos encuentren el vehículo adecuado para su ingreso a la sociedad en igualdad
de condiciones sin ser discriminado ni estigmatizado. Pues, hasta ahora para el
gobierno solo existe la preocupación de la entrega de armas y después qué.
Lo otro que tampoco sería
entendible, es que solo un pequeño número léase comandantes o secretariado se
reincorporen a la sociedad en mejores condiciones que el conjunto de los
guerrilleros. Es decir, que tengan un empleo, salario, vivienda y prestaciones
sociales, mientras otro grupo carece de lo más mínimo, del gobierno depende que
se acabe de forma definitiva el conflicto o que solo un grupo pequeño deje las armas
mientras las bases se preparan para reactivar la guerra.
Sin duda, estos son los
cálculos de un importante sector de la sociedad la derecha y la ultraderecha que
ven con preocupación que se les puede acabar el despojo de tierra, lo que los
ha llevado a incrementar sus ingresos de forma desproporcionada o el robo que a
diario le hacen al Estado.
Finalmente en la medida que
el gobierno le de salida a estos temas se puede empezar a vislumbrar otro país,
mientras tanto seguiremos en una tensa paz, muchos sino todos los guerrilleros
van a encontrar que las condiciones que los llevaron a empuñar las armas siguen
vigentes.