Un grupo de agroganaderos brasileños organizaron una barbacoa y se emborracharon antes de conducir hasta la comunidad gamela, rodear a los indígenas y atacarles con machetes. Este brutal y violento ataque terminó con trece indígenas gamelas hospitalizados y un hombre con los dos brazos amputados. Según los indígenas, la policía estaba ahí y no hizo nada para impedir el ataque.
Los gamelas no tenían otra “culpa” que la de intentar reclamar una pequeña parte de su territorio ancestral. Su tierra está invadida y destruida por agroganaderos, madereros y otros acaparadores de tierras, por lo que se han visto obligados a vivir hacinados en una pequeña parcela de terreno, en condiciones pésimas, informó Survival Internacional.
Este perverso ataque es sin duda sintomático de la terrible y continua campaña de violencia que está aniquilando a comunidades indígenas a lo largo y ancho de Brasil, y dirigentes de Survival temen que esto solo sea el principio…
Survival sostiene que el lobby del agronegocio tiene mucha influencia en el Gobierno de Brasil. Los políticos antindígenas están haciendo todo lo que pueden por cambiar la ley para poder robar las tierras indígenas. Están abriendo dichas tierras a agentes externos y desmantelando los equipos gubernamentales encargados de proteger a los pueblos indígenas aislados; dejando a los indígenas completamente indefensos frente a invasores fuertemente armados.
“Este es el ataque más agresivo al que nos hemos enfrentado hasta hoy en nuestras vidas”, señalaba el líder yanomami Davi Kopenawa.
Survival sostiene que “no podemos permitir que los pueblos originarios del país sean silenciados. No podemos permitir que el beneficio económico y la codicia les destruyan a ellos y a nuestro planeta. Tenemos que luchar por evitar esta terrible y urgente crisis humanitaria”, y ha lanzado una campaña de financiación popular para exigir responsabilidades legales a los autores de estos atropellos, arrojar luz sobre la cada vez más tensa situación en Brasil y dar a conocer a todos la verdad, proporcionar a los pueblos indígenas una plataforma desde la que dirigirse al mundo y seguir a su lado mientras luchan por que se respeten sus derechos tal como dicta la ley nacional y el derecho internacional.
Tomado: tercerainformacion