La concentración de las tierras sigue siendo un problema crítico en el país. El Estado continúa sin resolver esta problemática que ha generado gran parte de la conflictividad social y armada. En la actualidad los paramilitares continúan desplazado a las comunidades.
La Oxfam en su informe “Radiografía de la desigualdad” revela que en la actualidad “el 1% ocupa 80% de la tierra”, es decir que la explotación de la tierra está en pocas manos. Tan sólo 8,5 millones de hectáreas son utilizadas para la agricultura, mientras que para la ganadería se destinan 34,4 hectáreas.
Según estos datos, la desigualdad socioeconómica, el despojo de tierras, el desplazamiento forzado y la falta de inversión en el campo son problemas estructurales que requieren transformaciones urgentes para poder consolidar una paz estable y duradera.
Es de resaltar que el informe de la Oxfam señala la importancia del acuerdo sobre tierras logrado con las FARC en La Habana, puesto que en su espíritu alberga la posibilidad de redistribución más equitativa y justa, ante los intentos fallidos de reforma agraria en la historia del país. Por tanto, representa un reto para la institucionalidad lograr materializarlo.
Esta entidad afirma que:
“La ausencia de ordenamiento territorial y la débil gobernanza de la tierra han dado lugar a la ocupación desordenada del territorio. Como resultado, hoy en el país existen aproximadamente un millón de unidades productivas campesinas con menos tierra que la utiliza en promedio una sola vaca”.
Es así como la ganadería extensiva acapara tierras productivas. Una razón más por la que este sector ha sido un férreo opositor del proceso de paz, pues sus beneficios se verían seriamente afectados con la implementación del proceso de paz. Estos datos no son nuevos, solamente confirman los hechos que se han venido denunciando por décadas sobre un problema en el agro colombiano y la tenencia de la tierra.
El informe también analiza el uso, la tenencia y las brechas de género en el censo agropecuario que arrojan alarmantes cifras de cómo se ha configurado el atraso del campo a raíz de la violencia alrededor de medio siglo.
Tomado: Prensa rural