ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, condena enérgicamente el ataque que se cobró la vida de 25 desplazados internos en Burkina Faso la noche del 4 de octubre.
Según los supervivientes del ataque, 25 personas -todos hombres- fueron asesinadas y otra persona resultó gravemente herida después de que un convoy que transportaba 46 personas sufriera una emboscada de un grupo armado cerca de la ciudad de Pissila, en la provincia de Sanmatenga, en la región Centro-Norte.
Durante el ataque, los hombres fueron separados del grupo y ejecutados. Uno de ellos fue dado por muerto. Las mujeres y los niños fueron liberados más tarde, cuando el grupo armado abandonó la zona.
“Estamos conmocionados por la noticia de este acto brutal y cruel”, declaró Ioli Kimyaci, representante de ACNUR en Burkina Faso. “Son civiles inocentes que solo buscan seguridad, pero que lo están pagando con sus vidas, además con una frecuencia alarmante”, añadió.
Los familiares que sobrevivieron al ataque lograron llegar a Pissila, ciudad situada a nueve kilómetros del lugar del ataque. El ICAHD, una organización socia de ACNUR, les proporcionó apoyo psicológico.
El ataque contra el convoy de desplazados internos se produjo cuando volvían a sus hogares desde Pissila, ya que esperaban que la situación de seguridad hubiera mejorado. Cientos de personas han perdido la vida este año en Burkina Faso en decenas de ataques contra civiles.
Burkina Faso es actualmente la crisis de desplazamiento y protección de más rápido crecimiento, con más de un millón de personas desplazadas por los brotes de violencia en el país, o lo que es lo mismo, una de cada veinte personas. Son muchas las personas que han tenido que huir en múltiples ocasiones en el norte y este del país.
Tomado: tercerainformacion