El 3 de noviembre de 1961 fue creada la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), supuestamente para colaborar con el desarrollo económico y social de América Latina.
Pero en realidad los fondos manejados por esa organización han sido utilizados para la represión contra países, organizaciones, movimientos o personas de ideas de izquierda, o simplemente progresistas.
Contra Cuba, la Usaid, junto a la NED, han servido de fachada para las acciones de la CIA, y de canal para los fondos que financian a la contrarrevolución.
El portal Cuba Money Project, creado por el periodista estadounidense Tracey Eaton, citó datos obtenidos del Explorador de Ayuda Exterior de la Usaid, el cual indicó que la cifra destinada para programas de subversión contra Cuba, desde 1990, fue de 261 395 214 dólares.
Desde que Donald Trump llegó a la Casa Blanca, el 20 de enero de 2017, la Usaid ha invertido casi 50 millones de dólares para «cambiar el sistema político» en la Mayor de las Antillas.
Recientemente, John Barsa, administrador interino de la Usaid, se sumó a la campaña anticubana de la ONG contrarrevolucionaria con sede en Madrid, Observatorio Cubano de Derechos Humanos, que recibe 250 00 dólares anuales de la NED y 127 000 de la Usaid.
Ambas organizaciones, tapaderas de la CIA, reparten 410 000 dólares al año al medio ADN Cuba, y 220 000 a Diario de Cuba y Cubanet, respectivamente; una verdadera danza de millones para intentar derrotar a la Revolución cubana, dinero del contribuyente estadounidense destinado a caer, la mayor parte, en los bolsillos hambrientos de la mafia cubanoamericana de Miami y sus secuaces de alquiler, pero, como dijo el Presidente Miguel Díaz-Canel, se quedarán con las ganas de escribir el epitafio.
Tomado: granma