A medida que los ataques contra civiles y fuerzas de seguridad por parte de grupos yihadistas en Burkina Faso se hacen más frecuentes y cada vez más violentos, ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, pide una acción coordinada para hacer frente a las cifras récord de personas que se ven obligadas a huir dentro del país y a través de las fronteras internacionales.
Según las nuevas cifras del gobierno de Burkina Faso, publicadas esta semana, más de 1,3 millones de burkineses se han desplazado internamente en poco más de dos años. Actualmente el 6% de la población de Burkina Faso se encuentra desplazada dentro del país.
La velocidad de los desplazamientos internos no muestra signos de desaceleración, ya que los ataques contra la población civil y las fuerzas de seguridad no cesan. En el primer semestre de 2021, 237.000 personas huyeron de sus hogares a otras regiones de Burkina Faso, un gran aumento en comparación con las 96.000 registradas durante el segundo semestre de 2020.
ACNUR está igualmente alarmado por el aumento del número de personas de Burkina Faso que se ven obligadas a cruzar la frontera para ponerse a salvo. Desde enero, más de 17.500 personas han huido a los países vecinos, casi duplicando el número total de personas refugiadas del país en sólo seis meses. Ahora hay 38.000 personas refugiadas y solicitantes de asilo burkinesas en toda la región.
El vecino Níger acoge a 11.400 solicitantes de asilo burkineses, frente a los 7.400 de principios de año. ACNUR, sus socios y las autoridades están proporcionando alimentos, refugio, artículos de socorro y atención sanitaria. Pero por desgracia, la violencia y la inseguridad siguen impidiendo el acceso de la ayuda humanitaria.
El mes pasado, unos 900 solicitantes de asilo llegaron a Níger desde Solhan, en Burkina Faso, tras huir del ataque más mortífero en el país desde 2015, en el que murieron 130 personas.
Malí acoge actualmente a 20.000 solicitantes de asilo burkineses, de los cuales 6.600 han llegado a la región de Tombuctú sólo en este año. Como las condiciones de seguridad limitan el acceso a la ayuda humanitaria en esta parte de Malí, es posible que esta cifra sea aún mayor.
En el norte de Benín, una misión de ACNUR ha registrado recientemente a 179 solicitantes de asilo burkineses. Sin embargo, se sabe que miles de personas más viven en zonas fronterizas inaccesibles para los trabajadores humanitarios por razones de seguridad. El Comité Nacional para los Refugiados, socio gubernamental de ACNUR en Benín, está preparando un plan de contingencia para ayudar al menos a 4.500 solicitantes de asilo.
Continuando con esta preocupante tendencia, Costa de Marfil recibió en mayo a sus primeros solicitantes de asilo de Burkina Faso, cuando llegaron unas 430 personas en busca de protección. ACNUR, junto con UNICEF, Cáritas y nuestro socio gubernamental, ha proporcionado refugio y paquetes de higiene.
ACNUR reitera su llamamiento a una acción coordinada hacia la paz y la estabilidad en Burkina Faso y en los países vecinos del Sahel Central, Malí y Níger, que también están experimentando un aumento de la violencia y los desplazamientos. Junto con nuestros socios, estamos listos para ayudar a los nuevos desplazados y a apoyar a las autoridades y a las comunidades de acogida en la primera línea de la respuesta.
Tomado: tercerainformacion