El portavoz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Farhan Haq, denunció el sábado que 84 palestinos habían perdido sus hogares el miércoles en la comunidad de Ras al-Tin, en Ramalá, cuando las fuerzas del régimen israelí confiscaron 49 viviendas y otras estructuras en la zona.
Además, señaló que las tropas israelíes desmantelaron y confiscaron el jueves una estructura habitacional en Humsa Al-Baqi, en el norte del Valle del Jordán.
Ante tal escenario, advirtió que los palestinos “corren un mayor riesgo de ser forzados a desalojar el área” y, por lo tanto, reiteró el llamado de la ONU a Israel para que detenga sus violaciones contra los palestinos y “cumpla con sus obligaciones como potencia ocupante bajo el derecho internacional humanitario”.
En las últimas semanas, se han incrementado las tensiones entre los palestinos y las fuerzas israelíes por la demolición de viviendas palestinas y el desalojo de sus familias de los territorios palestinos de Cisjordania y la parte oriental de Al-Quds (Jerusalén).
El régimen de Tel Aviv justifica la demolición de viviendas palestinas alegando que carecen de permisos de construcción, a pesar de que Israel muy rara vez ofrece esos permisos a los palestinos, pero emite miles de permisos a los colonos ilegales.
Los palestinos y los grupos de derechos humanos condenan enérgicamente la política de demolición como castigo colectivo que ejerce el régimen de Israel. Además, las autoridades palestinas alertan que la demolición de estructuras por Israel se enmarca en la política de limpieza étnica con que busca de erradicar ilegítimamente la historia palestina de la zona y reemplazar a la población indígena con colonos judíos extremistas.
Tomado: tercerainformacion