“De las 19 bases que conocemos, alrededor de siete u ocho no tienen nada que ver con Afganistán y la situación allí”, dijo el representante especial del presidente ruso para Afganistán, Zamir Kabulov, en una entrevista con la radio Echo of Moscow, un extracto de la cual se publicó el jueves.
Además, Kabulov contestó “sí” cuando se le preguntó que, si Moscú está contento con la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, que hace 20 años cuando vinieron a este país todo estaba comenzando de “alguna manera serenamente”.
No obstante, prosiguió, luego los norteamericanos “adquirieron el gusto” y empezaron a desplegar bases con objetivos estratégicos. Sin embargo, agregó, Washington no tenía ninguna estrategia para el propio Afganistán.
De hecho, añadió el representante de Rusia, la guerra de Estados Unidos, a la cabeza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en Afganistán —iniciada en 2001 so pretexto de combatir el terrorismo— “está perdida en la forma en que se libró”.
Las unidades militares extranjeras han comenzado su retirada de Afganistán, dejando a este país sumido en la violencia. Y ahora el territorio afgano viene testificando el empoderamiento de los talibanes, que, en los últimos dos meses, han estado ocupando cada día más distritos.
Varios expertos y observadores vaticinan la vuelta del grupo armado Talibán al poder, con la ayuda encubierta de EE.UU., para desestabilizar la zona.
En este mismo contexto, la portavoz de la Cancillería de Rusia, María Zajárova, en una rueda de prensa en Moscú (la capital rusa), aseguró el jueves que varios hechos confirman la cooperación estrecha entre el grupo terrorista Daesh y EE.UU. en actividades desestabilizadores en Afganistán.
Tomado: tercerainformacion