La situación humanitaria actual en Etiopía es compleja y continúa empeorando, especialmente desde noviembre de 2020, cuando comenzaron los enfrentamientos entre el Gobierno y el Frente de Liberación Popular de Tigray (FLPT), el partido nacionalista que gobierna la región norteña de Tigray, donde recientemente fueron asesinados 3 cooperantes.
Los conflictos y la violencia están exacerbando los niveles de inseguridad alimentaria, ya en aumento en los últimos meses debido a las inundaciones y la plaga de langostas, que devastaron los cultivos y las tierras agrícolas en Etiopía, incluida Tigray, el año pasado.
Según Naciones Unidas, hay 5,2 millones de personas, que supone el 90% de la población en la región, que necesitan ayuda con urgencia. Además, hay aproximadamente 2,7 millones de personas desplazadas. Se espera que el alto el fuego unilateral anunciado por el gobierno etíope permita ampliar la respuesta humanitaria, particularmente en las áreas donde las personas son más vulnerables y sufren una creciente inseguridad alimentaria.
Ante la agudización del conflicto y las condiciones de vida, ActionAid Etiopía subraya que existe una necesidad urgente de ampliar la respuesta humanitaria. ActionAid Etiopía está dando apoyo en el sur de Tigray, donde la vida y los medios de subsistencia están siendo devastados por el conflicto en curso, la crisis climática y la plaga de langostas del desierto. Hasta ahora, más de 18.000 personas han recibido apoyo alimentario y kits de dignidad, incluidos artículos de tocador y productos de higiene, para mujeres y niñas.
Tinebeb Berhane, director de país de ActionAid Etiopía ha denunciado que “Las mujeres y los niños son los más afectados por esta crisis, con un aumento vertiginoso de las tasas de desnutrición infantil y de violencia sexual y de género generalizada en toda la región”.
Precisamente, son las propias mujeres de las comunidades afectadas las que están dando respuesta a la emergencia. “Las mujeres líderes formadas en atención a la emergencia por ActionAid están ejecutando programas de protección para ayudar a combatir el aumento de la violencia y brindar espacios seguros para mujeres y niñas” cuenta Berhane.
Entre las necesidades más urgentes están alimentos, la recuperación de los medios de vida, refugio y acceso a agua potable. Asimismo, es necesario asegurar la protección, especialmente de mujeres y niñas, incluida la prevención de la violencia de género, el acceso a apoyo psicosocial y el manejo del trauma, en particular para las sobrevivientes de violencia y otras violaciones.
Tomado: Tercerainformacion