Se trata de alrededor de 2000 páginas de documentos históricos, que datan de los años 1600 a 1800, que fueron encontrados en el ático de una casa de 200 años en el estado estadounidense de Maryland.
“Es importante para la comunidad porque esto conectará los puntos para las personas y las generaciones más jóvenes, para hacerles saber cómo estaban las cosas. Para seguir adelante, hay que ver cómo era el pasado”, ha afirmado Carolyn Brooks, historiadora comunitaria del Proyecto Chesapeake Heartland, en declaraciones publicada el viernes por el diario local The Hill.
Inicialmente, pretendían subastar los papeles, pero los miembros de la comunidad negra local recaudó dinero para poder preservarlos para las generaciones futuras.
“Este proyecto ha comenzado a darme piezas de mí mismo y de quién soy, y es algo por lo que no podría estar más agradecido”, dijo Darius Johnson, un alumno de Washington College, que vio fotos.
Uno de los documentos detalla la malversación de más de 50 acres de tierra originalmente comprada por un agricultor mestizo libre en 1802.
“Vincular la narrativa histórica ha sido fundamental porque quiero que la gente negra del condado de Kent sepa que, a solo una generación o dos de distancia, nuestra gente poseía algo, y dentro de esa generación o dos, lo perdimos. No está tan lejos de su alcance, es alcanzable”, agregó Johnson.
Pese a que los principios básicos de la Carta Magna estadounidense recogen los ideales de libertad e igualdad de todos los ciudadanos, las semillas del racismo están tan arraigadas entre la sociedad estadounidense como para que las autoridades de esta nación vengan a proclamar que estos principios de igualdad de derechos y respeto por los derechos humanos rigen en Estados Unidos.
Los antecedentes históricos del racismo en EE.UU. se remontan a la formación de este país y la migración de los europeos a estas tierras. Al emigrar a este país, a los anglosajones británicos, franceses y españoles se les ocurrió plantear la idea de superioridad de su raza y de catalogar de “salvajes” a los verdaderos pobladores de estos territorios: los pieles rojas, siendo este el preámbulo de una mascare y genocidio sin igual en contra de los nativos americanos a fin de apoderarse de sus tierras ancestrales.
Una colonización cruel que le complementó un régimen esclavista, implantado por los políticos terratenientes, en base al sometimiento de la población esclava africana, procedente del continente negro en contra de su voluntad, para contribuir con su mano de obra en la reconstrucción del llamado nuevo mundo.
Tomado: tercerainformacion