Una investigación revelada por @Juan Poe ha sacado a la luz la adjudicación de un contrato millonario, que pone en riesgo los derechos de los usuarios de las redes sociales en Colombia.
La Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) contrató el 22 de julio de 2021 un sistema de ciberespionaje por 4291 millones de pesos (más de 920 mil euros) con la Union Temporal Phoenix, donde está la empresa Mollitiam Industries SL que fue utilizada por el Ejército para espiar a políticos, periodistas y activistas en 2019.
La Unión Temporal Phoenix está conformada por la empresa bogotana Newsat SAS y por Mollitiam Industries SL, empresa de Toledo (España), que desarrolló el software “hombre invisible” mediante el cual el Ejército espió a periodistas, políticos y activistas, lo que desató un escándalo hace dos años.
Mollitiam Industries SL fue denunciada por el diario El Espectador como la empresa utilizada por el Ejército para desarrollar labores de espionaje político. La revista Semana señaló que su software permitía acceder a llamadas, conversaciones y archivos de Whatsapp y Telegram.
El software que debe desarrollar Mollitiam Industries para la Dipol debe permitir el monitoreo de redes como Facebook, Telegram, Twitter, Instagram y perfilar las cuentas más influenciadoras o con mayor interacción. El contrato estipula que debe facilitar su geolocalización o ubicación. Igualmente debe permitir hallar la identidad del usuario, analizar sus seguidores, sus hashtag, sus reetweet, sus comentarios, sus menciones en las redes sociales.
El software de Mollitiam Industries debe garantizar al final un perfilamiento en la base de datos de la Dirección de la Policía Nacional (Dipol) con elementos como nombre de usuario, identificación, fecha de nacimiento, direcciones, IP de páginas web, el dominio y el nombre de quien la administra.
“Las capacidades que la Policía está adquiriendo son ilegales”
La directora de la Fundación Karisma, que trabaja en la promoción de los derechos humanos en el mundo digital, manifestó en una entrevista del noticiero de Canal Uno que esta tecnología puede ser usada para perfilar personas, como ha ocurrido antes. La directora de Karisma recordó que hace dos años se descubrió el escándalo de las carpetas ocultas del Ejército en las que, con una tecnología similar a la que utilizará ahora la Policía, se les hicieron seguimientos a periodistas, políticos, defensores de derechos humanos y líderes sociales, cuyo contratista era una de las empresas que hoy aparece en el consorcio contratante con la Dipol.
La directora de Karisma manifestó que, debido a que no hay una normativa clara en el país, la Policía contrata este tipo de sistemas que no cuentan con ningún control legal.
“Las capacidades que la Policía está adquiriendo son ilegales, porque no hay un marco jurídico que le permita el uso de este tipo de herramientas”.
Empresa española financiada por la UE desarrolla tecnología intrusiva que permite el espionaje anónimo
El diario electrónico argentino La Provincia Digital informó el 15 de junio sobre un reporte publicado en la revista Wired:
Con fondos de la UE, una firma de ciberinteligencia en la sombra con sede en España ha creado una tecnología de vigilancia invasiva que permite a los clientes tomar un “control remoto e invisible” de los dispositivos conectados a la red mientras evitan la detección.
Los productos de “interceptación anónima”, denominados “Hombre invisible” y “Rastreador nocturno”, pueden acceder de forma remota a los archivos en el dispositivo de un objetivo, discernir su ubicación e incluso encender cámaras y micrófonos discretamente, según la revista Wired. El desarrollador, Mollitiam Industries, también está promocionando una herramienta que permite la “vigilancia masiva de perfiles e identidades digitales” en las redes sociales e incluso en la web oscura, lo que suena sorprendentemente similar a su trabajo en un proyecto de recolección de datos financiado en parte del Fondo de Desarrollo Regional de la UE.
Ese proyecto tiene como objetivo desarrollar una plataforma de generación de inteligencia automatizada que analiza y correlaciona grandes cantidades de datos “de fuentes abiertas de internet”. Según los informes, tiene un valor de 650 000 euros y está previsto que finalice en septiembre. Ese es solo uno de varios proyectos financiados por la UE que han llenado las arcas de la compañía, según documentos oficiales a los que tuvo acceso Wired. Aunque no hay una lista pública completa de clientes, un artículo de 2019 de la publicación comercial Intelligence Online señaló que trabaja con la agencia de inteligencia y la unidad de comando del ciberespacio de España.
“El hecho de que hayan recibido dinero público de la UE para desarrollar su negocio es impactante. Las capacidades de Mollitiam representan una amenaza tan singular para nuestra privacidad y seguridad que es muy discutible que tales poderes sean compatibles con el Derecho Internacional Humanitario”, dijo a Wired Edin Omanovic, director de Privacy International.
Al acceder a materiales en línea desprotegidos, la “tecnología invisible” y las características de “bajo consumo de datos y batería” de Mollitiam permiten que sus herramientas funcionen sin despertar sospechas. Otra característica es un registrador de teclas que viene integrado con el software espía, lo que permite el seguimiento y el registro de cada pulsación de tecla que hace un objetivo en un dispositivo infectado, incluidas las contraseñas, la actividad de búsqueda web e incluso los textos intercambiados en aplicaciones de mensajería cifradas.
A principios de este año, la UE actualizó sus reglas sobre la exportación de tecnología de doble uso, incluidas las herramientas de cibervigilancia, para “prevenir violaciones y abusos de los derechos humanos”. Sin embargo, las organizaciones defensoras de la privacidad consideran que las nuevas regulaciones son demasiado “débiles” para actuar como salvaguardas.
Información recopilada por Mundo Obrero a partir de las siguientes fuentes: investigación de @Juan Poe, el canal Noticias Uno de Colombia y La Provincia Digital de Argentina.
Tomado: Agencia prensa Rural