La trata de personas tiene distintas modalidades, las más denunciadas están relacionadas con explotación sexual, laboral y prostitución ajena, el año pasado 196 denuncias encajaron en esos delitos.
El flagelo se ensaña en la población infantil y en los adolescentes, que se enfrentan a la falta de oportunidades de educación y laborales, a condiciones de pobreza, y a escasas vías para denunciar el abuso, según Justo Solorzano, especialista en Protección del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Sin obviar la impunidad que impera en el país, un factor que atrae a redes que cometen esos hechos deleznables, tal es el caso descubierto la semana pasada en Gualán, Zacapa, donde se rescató a nueve menores.
En Unicef ¿cómo ven el problema de la trata de personas en Guatemala, principalmente en la niñez?
De una forma preocupante por tres factores principales. El primero tiene que ver con la alta vulnerabilidad en que están las y los adolescentes en virtud del limitado acceso a la educación secundaria -de cada 10, tres pueden cursarla-. Quienes no pueden hacerlo sufren una situación socioeconómica muy grave, buscan oportunidades de trabajo.
Acá es donde el crimen organizado y los tratantes aprovechan para generar a través del engaño anuncios de “se busca de empleo”. Eso facilita que sean captados por las redes de trata con fines de explotación económica, sexual, de producción de pornografía, etc.
El segundo factor lo atribuimos a la pandemia, porque si de cada 10 únicamente tres tienen acceso a la educación secundaria, dos son del sector público y pocos tienen acceso a la educación virtual.
La pandemia también aumentó los niveles de movilidad de los adolescentes hacia los centros urbanos en busca de trabajo, también aumento la migración hacia México y Estados Unidos.
El tercero tiene que ver con la impunidad. Guatemala tiene altos niveles de impunidad, la Cicig hablaba de un 90%. Estamos ante un país donde las redes de trata o crimen organizado encuentran un paraíso de impunidad para encontrar a niños para explotarlos, ya sea económicamente o sexualmente.
Esos tres factores generan una crisis muy grave, que no se ve, porque el fenómeno de la trata tiene esa característica: ser un fenómeno que se oculta.
¿Son los adolescentes y los niños los más vulnerables a este flagelo?
Normalmente sí, por la falta de control informal, están creciendo solos, hay falta de educación segundaria, están buscando trabajo, necesitan de un ingreso económico para apoyar a sus familias.
También hay trata de personas con relación a producción de pornografía, es decir, captan a niños para pornografía. A través del engaño los captan, los trasladan, los llevan a un lugar, los niños facilitan fotografías sin comprender bien la situación. Es el caso recién detectado por investigación internacional. Interpol ya había dado noticias a Guatemala desde noviembre, allí es donde hay que agilizar la investigación criminal para ubicar a tiempo a los criminales y evitar que haya más víctimas.
Por otro lado, tenemos un alto número de niños y niñas que a diario sufre violencia y delitos graves, estamos hablando de 120 a 125 niños al día.
Tomado: tercerainformacion