lunes, 6 de agosto de 2012

Aislado gobierno paraguayo quiere ahora buscar apoyo en ONU


Asunción, 6 ago (PL) El aislado gobierno paraguayo, sancionado cada vez más en instancias regionales por la destitución del presidente Fernando Lugo, quiere ahora intentar la búsqueda de alguna presencia internacional en la Asamblea General de la ONU.

  Voceros del Ejecutivo admitieron que Federico Franco, quien asumió la presidencia de la República tras el desalojo de Lugo del cargo para el cual fue electo, se prepara para asistir durante una semana a la sesión de la Asamblea el próximo mes de septiembre.

Medios de difusión afectos a Franco dijeron que éste no necesita invitación para ello porque Paraguay es fundador de la ONU y por eso ya tiene preparadas sus maletas y su discurso y apoyaron que se involucre personalmente en buscar un poco de oxígeno para el rechazado Ejecutivo.

Durante los últimos días, Franco buscó entrevistas con diarios de oposición a los gobiernos de Argentina y Brasil, auguró la desaparición del Mercosur y coincidió con Estados Unidos en calificar al presidente venezolano, Hugo Chávez, de aliado al terrorismo.

Un resumen de la situación que confronta en el plano exterior parece justificar la ansiedad por suavizar ese rechazo, el cual tuvo como últimas expresiones, la propuesta de suspensión del Parlatino y la evidente imposibilidad de lograr el planificado y contundente apoyo de OEA.

Actualmente, Paraguay sólo cuenta con dos embajadores en países suramericanos, curiosamente heredados de la administración de Lugo, y el nombrado para Brasil carece todavía de la aceptación oficial de ese país.

La casi totalidad de los embajadores de naciones latinoamericanas acreditados en Asunción fueron retirados por sus gobiernos o llamados a consulta después de la destitución de Lugo en junio pasado, sin que se avizore fecha de regreso, como muestra del mencionado aislamiento.

Es por todo ello que ahora se anuncia el viaje a Nueva York con la esperanza de lograr algunos contactos gubernamentales, a pesar del alto número de naciones que se mantiene sin reconocer a quienes asumieron el poder tras lo calificado de golpe parlamentario.
Tomado: Prensa Latina