No deja de ser cuando menos sorprendente el anuncio realizado por el Ministro de Agricultura en la página de la entidad[1], en entrevista al Canal de El Tiempo, en El Espectador[2], y en otros medios de comunicación, en el sentido que la aspiración de las víctimas del despojo del Municipio de Chibolo, Magdalena, de donde el jefe paramilitar alias Jorge 40 obligó en el año de 1997 a desplazarse a la cientos de campesinos de la zona rural “está ahora en manos de los jueces agrarios”. El Ministro hizo esta afirmación al anunciar que hoy viernes 3 de Agosto serían presentadas las primeras 22 demandas al juez de restitución, en el marco de la ceremonia de "Logros 2 años del Gobierno" que se llevó a cabo hoy, precisamente, en la vereda La Pola del Municipio de Chibolo.
No obstante, la realidad es diferente a como fue presentada. La Unidad de Restitución de Tierras no tiene en este momento la representación judicial de las víctimas desplazadas de Chibolo ni tampoco ha instaurado aun las demandas ante el juez especializado. ¿Por qué entonces el Ministro anunció que se iban a presentar hoy? ¿Por qué afirmó que el balón de la restitución está en manos de los jueces agrarios si lo cierto es que la etapa administrativa no se ha culminado y el balón sigue estando en su propia cancha?
Teniendo en cuenta lo anterior, el anuncio inquieta. Inquieta porque si bien el Presidente Santos ha afirmado con vehemencia que respecto a la restitución de tierras “ningún funcionario ha querido meter, como dicen, gato por liebre”[3], pues no deja de generar un sinsabor que apenas unos meses después del escándalo por las cifras restituidas que enfrentó al Ministro de Agricultura y al Senador Jorge Enrique Robledo, nuevamente el Gobierno propicie un escenario en el que no queda claro qué se ha hecho en materia de restitución de tierras hasta el momento y qué está pendiente por hacerse.
La restitución es un importante componente de la reparación integral de millones de colombianos que fueron despojados o tuvieron que abandonar sus tierras por el conflicto armado en los últimos veinte años. De lo que ocurra con ella depende en buena medida la reconstrucción del proyecto de vida y el restablecimiento de los derechos de estas personas, familias y comunidades. Por esta razón, lo mínimo que se le puede pedir al Ministro de Agricultura, es que sólo anuncie a la opinión pública realidades. No eventualidades.
Notas:
Tomado: Agencia Prensa Rural