La Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat) y Humanidad Vigente denuncian los abusos contra la población civil por parte de la Brigada Móvil 23 y de la Fuerza Área Colombia (FAC) que vulneran los principios de distinción y proporcionalidad consagrados en el Derecho Internacional Humanitario (DIH).
Desconociendo el principio de proporcionalidad que establece el DIH, el pasado 6 de agosto de 2012, en la vereda Aguas Limpias, corregimiento de Honduras, municipio de Convención, en Norte de Santander, siendo las 4:45 a.m. hasta las 5:30 a.m. la Fuerza Área Colombiana (FAC) realizó un bombardeo muy cerca de las casas de las familias campesinas que habitan la zona rural, además de ametrallamientos en la zona durante el día , así como sobrevuelo de helicópteros y aviones.
El DIH prohíbe claramente que se usen armas y métodos como los bombardeos indiscriminados que causen daños a personas civiles y a sus bienes, asimismo, prohíbe lanzar ataques cuando estos puedan causar incidentalmente muertos y heridos entra la población civil.
De igual forma, las comunidades campesinas habitantes de esta zona, denuncian que tras el bombardeo, tropas del Ejército Nacional instalaron un retén en la vereda Bella Unión, donde solicitan documento de identidad, anotan los nombres de los pobladores en un listado, toman fotografías y posteriormente los señalan de ser guerrilleros de las Farc.
Por otra parte, las comunidades manifiestan gran preocupación por los allanamientos ilegales que se vienen haciendo por parte de los soldados entre la noche y la madrugada en varias viviendas de la zona rural, en las veredas Aguas Limpias, Bella Unión y Honduras con el agravante que los militares llegan uniformados, con sus respectivos distintivos de la Brigada Móvil No. 23, pero se hacen pasar por guerrilleros, e interrogan a la comunidad sobre dónde esta el Ejército mientras requisan el interior de las casas de las familias campesinas.
Es así como el Ejército está vulnerando el principio de distinción del DIH que demanda a las partes en conflicto a mantener al margen de las hostilidades y el conflicto a la población civil y respetar su condición de persona protegida que debe ser respetada y tratada con humanidad.
Por lo tanto, exigimos a la Fuerza Pública, en especial a la Brigada móvil No. 23, a acogerse a los principios consagrados en el DIH, a respetar y tratar con dignidad y humanidad a los campesinos y campesinas del Catatumbo reconociendo su calidad de civiles y personas protegidas.
Igualmente, denunciamos y rechazamos los señalamientos que tras los retenes militares surjan en contra de los campesinos y campesinas ya que esto pone en riesgo la vida e integridad de los afectados.
Así mismo, solicitamos a la Defensoría del Pueblo, Personerías Municipales y organizaciones defensoras de derechos humanos que se encuentran en Norte de Santander, el acompañamiento y solidaridad con la Asociación Campesina del Catatumbo y en particular con las familias campesinas que habitan las veredas afectadas por el bombardeo.
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