Luego
de casi dos años, que se conociera el aberrante caso sobre los niños campesinos
de Arauca que fueron sacados de su casa torturados y violado a dos de ellos,
por el teniente Raúl Muñoz, según lo dijo la fiscalía en días pasados.
El procurador
general de la nación Ordoñez quien presume de las buenas costumbres y la moral
religiosa no había encontrado merito suficiente para iniciar investigaciones
¿será que el caso de los niños no es el más repudiable contra la humanidad? A pesar
que, la Constitución advierte que los derechos de los niños están por encima de
cualquier otro derecho, el procurador desatendió esa obligación, lo que
demuestra que no cumple con las obligaciones para las cuales fue nombrado su
incompetencia y negligencia dejan en entredicho el papel de la procuraduría cuando
se trata de defender los derechos a los humildes.
Por encima
de estas consideraciones está en campaña con el fin de asumir un segundo
periodo, posiblemente para imponer sus costumbres religiosas que como
funcionario público no sabe o no entiende que estas se dejan en la casa y se
toman decisiones en derecho, seguramente para el procurador es más importante
intervenir en asuntos como los derechos a los homosexuales o el tema del
aborto que dedicarse a investigar los
delitos cometidos por un delincuente como Muñoz, probablemente Ordoñez pedirá que
se revise la condena o peor aun que se absuelva de toda culpa porque las
pruebas no son suficientes.
Con este
hecho el procurador está demostrando que la justicia sólo es para los pobres y
que un delito como el ocurrido en contra de los niños de Arauca no es lo
suficientemente repudiable para iniciar investigaciones desde el momento que se
conoció ¿Cuál será ahora su disculpa?.