El 31 de julio pasado, entre las 9 y las 10 de la noche, el ejército bombardeó el sitio conocido como Tascón, sobre la vía hacia Urabá, a la altura de Dabeiba-Mutatá, denunció el gobernador de la comunidad indígena Nutria Tascón.
Una de las bombas cayó en la vivienda del joven Carlos Mario Domicó, de 17 años, quién se encontraba durmiendo junto a su esposa Yaripuma Domicó, de la misma edad y quién tiene cinco meses de embarazo.
Carlos Mario Domicó murió instantáneamente por la explosión, mientras que Yaripuma quedó gravemente herida.
En la zona bombardeada habitan varias comunidades indígenas del pueblo Embera Eyabida, las cuales quedaron a merced de las explosiones del ejército oficial.
Según información de la Organización Indígena de Antioquia, OIA, estas comunidades han padecido bombardeos, minas antipersona, señalamientos y estigmatizaciones, lo que ha limitado el acceso y goce de sus territorios, inseguridad y miedo.
Por lo anterior las comunidades han planteado, entre otras acciones, el retiro de los territorios indígenas de los actores armados, incluyendo a la Fuerza Pública.
Sin embargo, como sucede en el Cauca y en casi todo el territorio nacional, los territorios indígenas siguen siendo ocupados por las fuerzas militares y demás actores armados.
La OIA llamó la atención del Ejército por las constantes violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario, que han traído como consecuencia dolor y luto en las comunidades.
La organización indígena rechazó el nuevo crimen que enluta al pueblo Embera y le exigió al Gobierno y a su Ejército, el respeto por los derechos de los pueblos indígenas consagrados en la Constitución Nacional y en los compromisos internacionales firmados por Colombia.
Igualmente le exigió a la Fiscalía, Procuraduría, Defensoría del Pueblo, Personería y a los organismos humanitarios, investigar y castigar a los criminales pertenecientes al Ejército Nacional y a la indemnización integral a la familia y a comunidad.
Actualmente el gobierno del presidente Santos, el ministro de Defensa, altos mandos militares, congresistas inescrupulosos y la extrema derecha, entre otros,- impulsan una reforma al fuero militar, con lo cual los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidos por miembros de la fuerza pública quedan en la impunidad.
Con información de la Organización Indígena de Antioquia
Por: Camilo Raigozo
Tomado: Agencia Prensa Rural
