Durante la conversación, Aamer aprovechó la ocasión para denunciar el empeoramiento del trato al que son sometidos por parte de los militares y custodios del centro, “quienes han estado tratando de romper la huelga sin éxito”.
Hasta ahora, el Pentágono sólo ha reconocido a 31 presos en huelga de hambre en la Base Naval de Guantánamo donde presuntamente mantiene cautivos a 166 prisioneros.
La huelga comenzó el 6 de febrero, en protesta por las “duras condiciones disciplinarias” en las que viven los presos en los barracones y la confiscación de objetos personales.
Según una declaración jurada de Stafford, en la que detalla las comunicaciones desclasificadas mantenidas con su cliente durante la última semana, Shaker relata a su abogado “los castigos” a los que dice estar sometido por haber reconocido el pasado 25 de marzo que se ha unido a la huelga.
Sostuvo que aunque había secundado la protesta días antes, el pasado lunes reconoció apoyarla y desde entonces se le “han negado varios objetos requeridos por razones médicas”.
El informe revela que Aamer, quien ha pasado más de una década en la cárcel sin cargos, ha perdido casi 15 kg de peso, así como también muchos otros prisioneros, quienes ahora “están siendo alimentados a la fuerza por la nariz”.
El pasado 29 de marzo, según el documento, el prisionero aseguró a su abogado que de los 66 detenidos que se encuentran en el Campo V, 45 se han declarado en huelga de hambre, “aunque en realidad la están haciendo más”.
Shaker también denunció que 15 de ellos tienen los niveles de azúcar muy bajos y siete se encuentran en las dependencias hospitalarias.
El pasado jueves, un grupo de abogados presentaron ante un tribunal federal en Washington una “moción de emergencia”, denunciando que los guardias de Guantánamo se habían negado a proporcionar agua potable a los huelguistas y mantienen la temperatura del lugar “extremadamente fría” para intentar romper la huelga.
El Comité Internacional de la Cruz Roja ha aumentado sus visitas a Guantánamo, debido a la preocupación manifestada por la salud de los huelguistas de hambre.
El presidente norteamericano, Barack Obama, prometió el cierre de la prisión durante la campaña electoral para su primer mandato, pero nunca hizo efectivo el compromiso.
En la base, Estados Unidos ha encerrado sin acusación formal ni debido proceso judicial a personas de varios países.
Tomado: LibreRed.net