Medios noticiosos en Chile destacaron hoy las nuevas revelaciones de Wikileaks, que ponen en evidencia la colaboración del Vaticano con Estados Unidos en el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende en 1973.
Las informaciones, citadas aquí por periódicos, televisoras y sitios digitales, muestran cómo el cardenal italiano Giovanni Benelli, a nombre del papa Pablo VI, respaldó la conspiración para derrocar al Gobierno de la Unidad Popular.
Según las revelaciones, el entonces secretario de Estado del Vaticano salió en defensa de los golpistas ante el cuerpo diplomático en Estados Unidos, incluso calificó de propaganda comunista las denuncias sobre las violaciones a los derechos humanos de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
"Benelli tildó de exagerada la cobertura de los acontecimientos como posiblemente el mayor éxito de la propaganda comunista, y subrayó el hecho de que incluso los círculos moderados y conservadores parecían muy dispuestos a creer las mentiras más burdas sobre los excesos de la Junta chilena", señala un cable del Departamento de Estado.
En otro párrafo, el mensaje -divulgado por los diarios Público, de España, y La República, de Italia- precisa que el cardenal dijo que las las fuerzas izquierdistas han minimizado ampliamente los daños al convencer al mundo de que la caída de Allende fue debida exclusivamente a fuerzas fascistas y externas, en vez de a los fallos de su propia gestión política.
Según la comunicación, "la Nunciatura en Santiago, el cardenal (Raúl) Silva y el Episcopado chileno en general han asegurado al papa Pablo que la Junta está haciendo todo lo posible para que la situación vuelva a la normalidad y que las historias de los medios internacionales que hablan de una represión brutal no tienen fundamento".
De acuerdo con el diario Público, tan grande era la influencia de Benelli en la Santa Sede que fue él quien recibió el expresidente estadounidense Richard Nixon al descender éste de un helicóptero en la Plaza de San Pedro en 1969, para sellar la alianza anticomunista entre la Casa Blanca y el Vaticano.
Las secuelas de la dictadura de Pinochet son harto conocidas. El informe Retting, realizado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación en 1991 y que solo contabilizó ejecuciones y desapariciones, en total reconoció dos mil 279 muertes en manos de las fuerzas castrenses durante la época Pinochet (1973-1990).
En tanto, la Comisión Valech, denominada así en honor al exobispo de Santiago, Sergio Valech, amplió las pesquisa sobre la represión y en 2004 presentó su reporte, el cual enumeró más de 30 mil víctimas, de ellas más de 28 mil por detenciones ilegales, tortura, ejecuciones y desapariciones.
Empero, el segundo informe de esa comisión, entregado en agosto de 2011 al presidente Sebastián Piñera, reconoce más de 40 mil víctimas, a pesar de que unas 22 mil denuncias de organizaciones de derechos humanos fueron rechazadas por el equipo investigador.
Tomado: Prensa Latina