Equipos del Gobierno, las FARC-EP y representantes de la ONU continuarán hoy sus recorridos por departamentos colombianos donde funcionarán las zonas y campamentos transitorios para acoger a los miembros de ese movimiento guerrillero en la fase de desarme.
Tales visitas, destinadas a delimitar y examinar las condiciones de dichos sitios, comenzaron el martes y durarán tres días más.
Las delegaciones estuvieron en parajes de Guaviare y Meta -pertenecientes a los llamados llanos orientales- en Cesar -noreste- Nariño y Caquetá -ubicados en el sur del país-, Norte de Santander -fronterizo con Venezuela- Chocó y Cauca -ambos en la costa del Pacífico- y en Antioquia -occidente- precisó la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
Según lo pactado en la capital cubana, la dejación de armas transcurrirá en 23 zonas y ocho campamentos -de menor tamaño que las primeras- allí los desmovilizados comenzarán su preparación para reincorporarse a la vida civil.
La creación de esos escenarios fue uno de los acuerdos entre los voceros gubernamentales y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), para garantizar el fin del conflicto entre ambas partes, que requerirá asimismo la puesta en vigor del cese el fuego bilateral.
Tanto el silenciamiento de los fusiles como el desarme serán verificados por un mecanismo tripartito compuesto por portavoces del Ejecutivo, del grupo rebelde y una misión coordinada y financiada por Naciones Unidas (ONU).
Algunas de las visitas concluyeron con reuniones para escuchar y resolver inquietudes de las comunidades en torno al funcionamiento de esos lugares.
Prolongada durante más de medio siglo, la guerra interna ha dejado un saldo de unos 300 mil muertos, casi siete millones de desplazados y al menos 45 mil desaparecidos.
Desde 2012 el Gobierno y las FARC-EP dialogan en Cuba con el objetivo de hallar una solución, reuniones que podrían concluir en fecha cercana a juzgar por sus adelantos.
Tomado: Prensa Latina