Los palestinos en la Cisjordania ocupada enfrentan una grave crisis de agua. El régimen de Israel les impide acceder a este vital elemento.
El régimen israelí utiliza el agua para presionar y dominar a los palestinos. En medio de un caluroso verano, varios municipios palestinos en la Cisjordania ocupada sufren restricciones por parte de las autoridades israelíes.
Los palestinos dicen que el régimen de Tel Aviv les impide de forma activa tener acceso a agua potable. Se quejan de que pagan precios muy altos por los cubos de agua que los israelíes les venden. Mientras, señalan que las comunidades israelíes que viven en los asentamientos ilegales en Cisjordania cuentan con grandes reservas de agua.
Los palestinos se ven obligados a comprar agua al régimen de Israel debido al acuerdo provisional de Oslo de 1995. Según el pacto, solo un 20 % de los recursos hídricos de Cisjordania va a parar a los palestinos que viven en esta zona, mientras un 80 % llega a los israelíes que también disfrutan de sus propios recursos.
Los límites de acceso aún no han cambiado en las últimas dos décadas, mientras la población palestina de Cisjordania se ha duplicado, las autoridades israelíes les deniegan a los palestinos todos los permisos para construir pozos en las reservas de agua.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha advertido que en la actualidad hay al menos 35.000 palestinos en riesgo por falta de agua potable y los que viven lejos de las zonas urbanas son los más afectados. Se ven obligados a pagar enormes sumas de dinero a compañías privadas para que camiones trasladen agua potable a sus localidades.
Tomado: LibreRed | HispanTV