Colombia ha sido el único país
del continente que durante su existencia republicana y democrática ha tenido
muy pocos periodos de paz. Es decir, durante casi dos siglos los colombianos
nos hemos venido enfrentando; debido a que no hemos logrado superar los
conflictos sociales, económicos y políticos, frente a una élite dominante e
ignorante que ha buscado diversas formas para mantener un conflicto activado.
La permanencia del conflicto
ha beneficiado a diversos sectores sociales, políticos, empresarios y
multinacionales, que hicieron de la guerra la fuente de ingentes ingresos, lo
que les ha permitido crear conglomerados comerciales, no solo para mantenerse
en el poder, sino para la apropiación legal (leyes) e ilegal (desplazamiento)
de grandes extensiones de tierra. Por lo que un fin de la guerra les quitaría una
justificación a sus fortunas.
Por otro lado, sobre la
terminación de la guerra, como acuerdo sobre víctimas esta la comisión de la
verdad que debe operar para todos. Es decir, no solo los insurgentes están en
la obligación de contar la verdad, sino todos aquellos que participaron y se
beneficiaron de la guerra, justificando sus fortunas. Lo que posiblemente dejaría
a muchos de los que hoy posan, como hombres de bien, como los peores delincuentes
con largos historiales criminales. La importancia del NO en el plebiscito.
Para ello, justifican que
una paz tal como la que se ha venido acordando en La Habana, requiere grandes
cambios no solo los que tienen que ver con la participación en política de la guerrilla,
a quienes según, no deben tener espacios de participación y el único fin es la
cárcel. Si este sector hubiera ganado la guerra a través de las armas, estaría en
condiciones de imponer los castigos a los cuales los guerrilleros serían sometidos
y una mesa de diálogos no tendría fin.
Este mismo argumento, es la
base para justificar la permanencia de la guerra, por ello, es importante
desinformar y los grandes medios son el parlante que tiene la capacidad de
llegar a todos los rincones. Según han dicho algunos al ganar el NO, se entraría
a renegociar una nueva agenda impuesta por los promotores del NO, léase extrema
derecha o como se llama coloquialmente uribismo.
Para este sector, una paz
perfecta es la que ellos han diseñado, no la que se ha venido acordando,
olvidando por supuesto, que así como no existe una guerra ideal o perfecta,
asimismo es la paz, si esto ocurriera las guerras no tendrán justificación
alguna. Para lograr, sus objetivos la extrema derecha ha venido desarrollando
una intensa campaña que va desde recoger firmas en contra de la paz, hasta la
nueva campaña del NO en el plebiscito.
Un posible escenario si gana
el NO, es por supuesto dar por terminada, La mesa de diálogos en La Habana, lo
cual pondría un nuevo escenario para la insurgencia el cual se tendría que
empezar a discutir desde sus campamentos, sin que ello signifique que se está
negociando su entrega o su derrota. Por ello, no se puede olvidar que cuando
dos fuerzas enfrentadas se sientan a negociar es porque ninguna logró vencer.
Frente al panorama de
quienes no quieren la paz, está la élite que se apropió del SI, lo que también
ha logrado politizar el tema, no solo por la poca confianza que se tiene de los
políticos, sino porque se entiende que desde ya iniciaron sus campañas
políticas, lo que hace que el tema de la paz se convierta en un eslogan publicitario,
de importancia mínima a la hora de cumplir lo acordado, lo que Santos ha venido
haciendo en temas tan relevantes como la reforma a la educación, salud entre
otros.
Al decidir el gobierno la
campaña por el SI, sin contar con la participación de la insurgencia, sigue
siendo un tema de élite, pues no se entiende, como políticos que en sus
discursos consideran a los jefes negociadores como delincuentes están recorriendo
el país promoviendo el SI, o los que no consideran a la insurgencia
interlocutores válidos para debatir temas políticos.
El argumento de que la
guerrilla armada no puede participar en política, carece de sustento cuando se
tiene una mesa de diálogos y es justamente desde este lugar donde la
insurgencia debería tener un espacio de participación sobre porque es
importante el SI. Aquí surge una pregunta. Será que el gobierno le está
limitando la participación a la insurgencia sin armas o teme que estos ganen
apoyos.
Para concluir se puede decir
que no existe una paz perfecta donde todos se sientan representados, lo que si,
como lo ha demostrado la historia nacional es una guerra perpetua.
Para tener en cuenta
Pastrana el otrora negociador de paz con la insurgencia ahora cree que no se
debe firmar, será que su incapacidad como gobernante lo llevo a justificar unos
diálogos.