En el polideportivo del barrio Lambertuchi de Escobar, corazón de la comunidad boliviana, se reunieron para recibir a su presidente. Platos, danzas y músicas típicas se combinaron en el encuentro festivo de una comunidad que no para de crecer y organizarse. El encuentro sirvió como excusa para manifestar un claro gesto de apoyo a la candidatura de Evo Morales, de cara a las presidenciales de octubre de 2019.
De materializarse, ésta sería la cuarta presidencia de Morales, candidato por el Movimiento Al Socialismo (MAS), a quien diferentes encuestas ubican en el primer lugar con cerca del 40 por ciento de intención de voto. La candidatura del ex presidente Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana (CC), con alrededor de 30 por ciento de intención de voto, representa el mayor desafío electoral para Morales desde que fue elegido presidente por primera vez en el 2005.
La gran incógnita surge en el caso de producirse una segunda vuelta. Si bien la intención de voto de Morales oscilaría entre el 40 y el 45 por ciento, un escenario de balotaje complicaría la situación, ya que toda esa oposición se alinearía con Mesa. Distintos analistas bolivianos coinciden en que la clave en un escenario de segunda vuelta consiste en el nivel de seducción que el arco opositor ofrezca a la clase media.
"Bienvenido compañero Evo a Escobar”, clamaban los pasacalles en las manzanas linderas al Polideportivo Las Rosas. “Jallalla Bolivia. Jallalla Evo Morales”. Jallalla, la expresión quechua aymara que simboliza la unidad del pueblo y su sentido de pertenencia, era el grito que se sentía cada vez más fuerte en la boca de mujeres, niños y ancianos, a medida que se acercaba el momento de escuchar al visitante ilustre.
Además de los vecinos de Escobar, se hicieron presentes miembros de la colectividad que viven en Moreno, Merlo, Villa Soldati, Villa Lugano, La Plata e incluso la provincia de Santa Fe. La “Generación Evo”, organización militante, le inyectó la dosis de política que le faltaba al día al ingresar flameando una bandera wiphala, enseña multicolor que representa a los pueblos originarios. Mientras el presentador del acto arengaba pidiendo un charqui (carne deshidratada cubierta de sal), ingresaban al predio un grupo de mujeres vestidas en coloridos atuendos típicos, para exhibir su gracia y destreza en las “caporales”, danzas nativas del pueblo boliviano en representación de la esclavitud negra, al compás de ritmos tropicales que salían de un viejo parlante.
Entre baile y baile, miembros de distintas colectividades y agrupaciones sociales manifestaron su apoyo al proceso boliviano. David Acchura, presidente de la Colectividad Boliviana en Escobar destacó los avances en la economía y las condiciones de vida del pueblo boliviano. "El pueblo es el que manda. Que no nos pase lo de Argentina. Que no vengan otros a ocupar el poder," advirtió.
También habló Ariel Sujarchuk, intendente de Escobar. "¡Evo es la reserva moral de Latinoamérica!” exclamó. Acto seguido, distinguió al mandatario con un diploma de Visitante Ilustre del partido.
"Valoro el esfuerzo"
El propio Morales se encargó por fin del esperado discurso de cierre. “¡Viva Argentina, Viva Bolivia!”, arengó a los miles de compatriotas presentes, pasadas las siete de la tarde. “Valoro el esfuerzo en agricultura, garantizando el alimento a nuestros hermanos argentinos. Tierra es vida”, expresó Evo, refiriéndose a los quinteros y agricultores bolivianos del conurbano bonaerense. El territorio de Escobar constituye uno de los sectores frutihortícolas más importantes de la provincia de Buenos Aires.
En su discurso Morales se refirió a unas doscientas familias que planean volver al suelo boliviano, en buena medida espantadas por la difícil situación económica que atraviesa Argentina. El ofrecimiento de tierras en suelo boliviano, había sido planteado por el propio Morales durante una visita reciente a La Matanza. “Se los agradezco porque los necesitamos para continuar este proceso de cambio”, afirmó el presidente. La nueva Constitución promulgada en 2009 permitió al Estado disponer de vastas hectáreas de tierra antes inutilizadas.
“Gracias a la lucha del pueblo tenemos un estado plurinacional reconocido en el mundo”, continuó Evo, al tiempo que recordó la nacionalización de hidrocarburos. Destacó los avances del país en petroquímica, gas, litio e incluso fertilizantes. Se refirió a su vez a una nueva etapa en la historia de Bolivia: “Después de la nacionalización, vino la industrialización de nuestros recursos naturales y hay que continuar en ese camino”, sostuvo. “Hemos pasado de la resistencia al poder”.
De acuerdo a datos proporcionados por el organismo electoral boliviano, el padrón del país supera los 6,5 millones de votantes. Del total, alrededor de 260 mil electores se encuentran fuera del territorio.
En las últimas presidenciales de 2014, el apoyo de migrantes externos hacia la candidatura de Evo Morales fue casi unánime: votó a su favor un 92 por ciento, frente al 61 por ciento de los residentes en Bolivia. No es un dato menor frente a un escenario que plantea algunas dudas. En el polideportivo, Morales llamó a sus compatriotas a no equivocarse el 20 de octubre a la hora de votar, “O estamos con el imperio," dijo, "o estamos con el pueblo”
Informe: Guido Vassallo
Tomado: pagina/12