Un buque de guerra de la Marina estadounidense navegó el miércoles último a través del Estrecho de Taiwán, que separa a la isla del continente chino -considerada parte de su territorio-, en un intento desesperado por provocar la ira de la nación asiática. El crucero de misiles guiados de EE. UU., identificado como el USS Antietam (CG-54), atravesó por el Estrecho de 180 kilómetros de ancho que separa a Taiwán de la China continental, «justo un día después de que Beijing acusara a Washington de socavar la estabilidad global y le advirtiera que se mantuviera alejado de la isla», informó la agencia Reuters.
Este mes el Gobierno de la nación asiática denunció la venta de armas a Taiwán, luego de que el gobierno de Donald Trump aprobara el suministro de tanques y misiles valorados en 2 200 millones de dólares a Taipéi, ciudad capital de la isla. Posteriormente, China aseguró que impondría sanciones a las empresas estadounidenses involucradas y reiteró que Taiwán es el tema más sensible e importante entre Beijing y Washington, y uno de los principales motivos que impiden la normalización de sus relaciones.
Buscar la independencia de la isla, considerada por la Organización de Naciones Unidas como parte del territorio chino, es un callejón sin salida y un absurdo que no tiene otro fin que el de incrementar las tensiones entre ambas potencias. China nunca permitirá que ninguna parte de su territorio se separe, según advirtieron sus autoridades.
El Ministerio de Defensa de la nación asiática, ante las constantes provocaciones de Estados Unidos, alertó que «si hay personas que se atreven a tratar de separar a Taiwán del país, el Ejército de China estará listo para ir a la guerra para salvaguardar firmemente la soberanía nacional». Por eso, todas las miradas están hoy en este lado del mundo.
Aunque «es suicida la confrontación taiwanesa con su madre patria, sin tampoco tener en cuenta la capacidad nuclear/hipersónica de China Popular», como reconoció el analista mexicano Alfredo Jalife en una entrevista a Telesur, la actitud de Trump continúa impredecible. Nada frena «el giro geoestratégico del Pentágono cuyo objetivo primario es China, China y China».
Donald Trump quiere, sí o sí, mantenerse en la cima del mundo indefinidamente, al costo que sea necesario. Y las consecuencias podrían ser irremediables, pues la Administración de Seguridad Marítima de China publicó este lunes varias notas de advertencia, en las que prohibe el ingreso a amplias áreas de los espacios aéreo y marítimo de los mares del este y sur de China, a raíz de «actividades militares» y, aunque no precisó cuándo se realizarían las maniobras o qué tipo de fuerzas participarán, medios locales aseguran que los ejercicios se iniciaron el domingo y se desarrollarán hasta el jueves en las aguas de la provincia oriental de Zhejiang, ubicada al noreste de Taiwán.
Tomado: Granma