lunes, 30 de marzo de 2020

Palestina. En el Día de la Tierra la consigna sigue siendo resistir a la ocupación sionista

El 30 de marzo de 1976, la sociedad palestina convocó una huelga general en protesta por el continuo robo de sus tierras por parte del sionismo israelí. El Ejército asesinó a siete jóvenes palestinos con «ciudadanía israelí» en las manifestaciones que acompañaron esa huelga. Desde entonces, el 30 de marzo ha quedado marcado como una jornada de reivindicación de los derechos legítimos del pueblo palestino. 44 años después, la colonización de Palestina continúa. Día a día, el Estado de Israel roba tierras, expulsa de ellas a sus legítimos habitantes, construye asentamientos y transfiere allí a colonos sionistas extranjeros  recolectados de todos los rincones del mundo. Estas prácticas contravienen la legislación internacional y los Derechos Humanos y han sido condenadas por Naciones Unidas y por la gran mayoría de gobiernos del mundo, incluidos los de la Unión Europea y Estados Unidos.
Sin embargo, estas condenas no han sido acompañadas por sanciones efectivas, por lo que Israel continúa la colonización sin sufrir por ello ninguna consecuencia. Ya son más de medio millón los colonos que viven en los asentamientos ‘ilegales’, (TODOS los asentamientos son ILEGALES, según la legislación internacional) y el número de hectáreas robadas supera los 800.000. El robo de tierras sigue en forma acelerada y continúan las acciones de limpieza étnica de la población histórica palestina.
Las personas palestinas con ciudadanía israelí –aquellas que viven en el Estado de Israel- siguen siendo discriminadas. Hay localidades ancestrales palestinas que no son reconocidas y por ello carecen de presupuesto y otras que reciben transferencias menores a las que les corresponderían por su peso poblacional. Además, el Estado de Israel practica con estas personas una discriminación educativa y laboral que conduce a su marginalización.
Tomado: tercerainformacion