El embargo total sobre Cuba decretado por Estados Unidos cumple este martes medio siglo sin visos de que el presidente Barack Obama vaya a levantarlo. Con el apoyo sin fisuras del partido Republicano, medio siglo después sigue en vigor una medida que muchos activistas y expertos, tanto dentro como fuera de Estados Unidos, siguen denunciando como "obsoleta".
El 7 de febrero de 1962 el entonces presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, decretó el embargo unilateral sobre Cuba. La guerra fría estabaen su apogeo. El mundo ha cambiado mucho desde entonces, pero el embargo sigue igual, tal como reconoció el lunes una portavoz del Departamento de Estado de EE.UU.
Un 70% de la población cubana no ha conocido otra cosa. Las consecuencias del embargo se notan en todas las esferas de la vida del país y los daños económicos directos entre 1962 y diciembre de 2010 Cuba cifra en 104.000 millones de dólares (78.000 millones de euros).
La situación no va a cambiar. A principios de 2011 Obama se valió de una orden ejecutiva para flexibilizar las restricciones de viajes y envíos de remesas a Cuba adoptadas por su antecesor, George W. Bush, pero dejó en pie el bloqueo unilateral contra la isla.
"El embargo es una reliquia, un remanente de la Guerra Fría"
Es el Congreso estadounidense el que tiene la facultad de derogar el embargo, reforzado en 1996 con la conocida como Ley Helms-Burton, pero el Gobierno de Obama condiciona su apoyo a la eliminación de esa medida a que el régimen del presidente Raúl Castro acometa "cambios" que, a su juicio, todavía no se han dado.
Sin embargo, para la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por su sigla en inglés), una organización no gubernamental de derechos humanos, Cuba "sí está cambiando" y está experimentando "profundas transformaciones económicas y políticas" a las que EE.UU. no puede ser ajeno.
"El embargo es una reliquia, un remanente de la Guerra Fría", sostuvo en un comunicado el director de programas de WOLA, Geoff Thale, quien añadió que se trata de una medida "desactualizada que solo perjudica al pueblo cubano, a sus familias en Estados Unidos y a los intereses estadounidenses".
Thale, quien acaba de estar en Cuba en un "viaje de investigación", recordó las reformas impulsadas por el Gobierno de Raúl Castro, que suponen una tímida y controlada apertura a la economía privada y una masiva reducción de las plantillas estatales.
Además, destacó la liberación de más de un centenar de presos políticos desde 2010, gracias a un proceso de diálogo entre el Gobierno de la isla y la Iglesia Católica.
"En lugar de ajustar la política de EE.UU. hacia Cuba para adaptarse a un mundo cambiante, los defensores del embargo se han centrado en ajustar sus argumentos para preservar una política obsoleta", lamentó este experto.
A favor del diálogo
El Congreso "no va a retirar el bloqueo de la noche a la mañana", pero los políticos "sensatos" deben trabajar en favor del diálogo entre Cuba y Estados Unidos, recomendó Thale.
La tarea no es nada fácil, dado que los intentos de acercamiento entre ambos países quedaron prácticamente congelados tras la condena en Cuba a 15 años de cárcel al contratista estadounidense Alan Gross, al que La Habana acusa de participar en "planes subversivos" contra la isla.
Además, tampoco ayuda la política de mano dura contra el régimen cubano que defienden importantes líderes republicanos en el Congreso y, en los últimos tiempos, los aspirantes a la candidatura presidencial de ese partido con vistas a las elecciones de noviembre.
El 46% de los cubano-estadounidenses se oponen al embargo El favorito a ser ese candidato, el exgobernador de Massachusetts Mitt Romney, ha dicho que si gana la presidencia usará "todos los recursos posibles" para asegurarse de ayudar al pueblo cubano a alcanzar su libertad "cuando Fidel Castro muera".
Otro de los aspirantes, el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, ha prometido acabar con la "dictadura" de los hermanos Castro en cuatro años si llega a la Casa Blanca.
Según una reciente encuesta de la Universidad Internacional de Florida, el 46% de los cubanoestadounidenses se oponen al embargo.
Pese a esa medida, cuyos daños económicos directos entre 1962 y diciembre de 2010 Cuba cifra en 104.000 millones de dólares, el flujo de personas y remesas va en aumento.
Se calcula que en 2011 unos 300.000 cubanoestadounidenses viajaron a la isla y esa cifra podría llegar al medio millón este año.
En 2010 las remesas que recibió la isla, en su mayoría procedentes de EE.UU., superaron los 1.000 millones de dólares.
Tomado: Agencia prensa Rural