En más de 15 países “reclutan” a menores de edad para convertirlos en soldados y en esclavos sexuales
LUIS E. LÓPEZ DOMÍNGUEZ
El arma parece un trozo de hierro ante sus frágiles brazos; el aire se convierte en pólvora. La mirada puesta en su objetivo hace crecer raíces rojas en sus ojos. Un millar de imágenes pasan por el umbral de sus recuerdos. Brincos en la respiración, gotas de sal se abren paso entre el polvo de su cuerpo, su dedo índice sujeta el gatillo¼
MÁS DE 13 MIL NIÑOS SON RECLUTADOS CADA AÑO POR EL PENTÁGONO PARA INTEGRAR LAS FILAS DE LOS YOUNG MARINES.
El uso de menores de edad en conflictos bélicos es un hecho real sin toques de ciencia ficción. Son "reclutados" para integrar las filas de bandas paramilitares u opositoras, que buscan "defender" los intereses e ideologías de grupos étnicos, y hasta satisfacer sexualmente a sus captores como objetos desechables.
Aunque en el 2010 más de 11 mil niños fueron liberados, el Fondo de la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), declaró que más de 15 países todavía reclutan a menores de 18 años para convertirlos en soldados y en esclavos sexuales.
La verdad es que en la mayoría de los países subdesarrollados que presentan conflictos internos, unirse a la causa puede representar un modo de vida. En algunas de esas naciones, quien no trabaja la tierra, tiene garantizadas tres comidas al día e incluso, un salario a cambio de empuñar un arma.
El pasado 12 de febrero se cumplieron diez años de la puesta en vigencia del Protocolo Facultativo de la Convención de Derechos del Niño de la ONU, también conocido como Red Hand Day (Día de la Mano Roja). La UNICEF, con motivo del hecho, resaltó que en el mundo existen entre 250 y 300 mil niños que son reclutados por grupos armados, un tercio de ellos en África, debido a los conflictos étnicos, religiosos y políticos.
Pero eso no quiere decir que sea solo un problema de naciones subdesarrolladas. En países como Inglaterra, Francia y Estados Unidos, las escuelas han sido invadidas en muchas ocasiones por bandas de jóvenes armados para saldar cuentas pasadas con profesores y alumnos. Incluso, según The New York Times, el Pentágono destina millones de dólares en proyectos secretos para convertir en pequeños (Young) marines a niñas y niños.
En el Reporte Internacional Anual 2012 "Los dos Congos de la Guerra", las organizaciones no gubernamentales Save the Children, Entreculturas, Alboán, Servicio Jesuita a Refugiados, entre otras, dieron fe de los continuos raptos. A pesar de que bajó la cifra de niños-soldados en el 2011 con respecto al año anterior, el problema no ha podido ser erradicado completamente.
Pero no son ellos las únicas víctimas, también están los familiares que tienen que cargar con el peso del último recuerdo. En ese caso está Sylvain, el niño somalí de nueve años, quien con sus pequeños ojos inundados de lágrimas contó la última vez que vio a su hermano en un carro junto a su nueva familia.
Las disímiles historias de cómo secuestran a estos infantes varían, pero con un mismo propósito, apartarlos para siempre de su inocencia, para convertirlos en fríos guerreros. Existen testimonios de gran salvajismo, donde son sometidos a una prueba de fuego, ponerles fin a las vidas de sus propios familiares. Un duro inicio que sirve, además, para asegurar el no retorno y que borra de por vida sus recuerdos.
¼ Justo ahí se encuentra, con dos vidas en sus manos; dos balas, dos opciones¼ El sonido del cañón emite un fuerte grito en su interior. El humo blanco nubla el ambiente y apenas percibe el cuerpo que yace a sus pies. El calor abandona su cuerpo de golpe. En su lugar, un frío intenso camina sus venas, ahoga su alma, endurece su espíritu. Una última imagen de su madre queda grabada en su interior para la eternidad. A partir de ahora¼ ya es soldado.
tomado: Granma