El abogado, miembro del colectivo Justicia y Sociedad, señala por tanto al petróleo como el objetivo fundamental a controlar para garantizar dicha seguridad energética tanto de Estados Unidos como de los países que conforman la alianza atlántica, para cuya garantía se utiliza por parte de ese mando los medios de guerra, desestabilización, injerencia e intervención en los países africanos para que las trasnacionales que hacen negocio con el petróleo puedan extraerlo, sustraerlo y llevar a la miseria a los pueblos en donde están asentados, causando además daños medioambientales que llevan a la muerte y desaparición de toda riqueza natural, como ocurre en el Delta del Niger.Por tanto, hablamos de un mando militar creado para la intervención por medio de una falaz ayuda humanitaria a través de ONG´s como agencias de desarrollo, como es el caso de USAID, en conjunción con los militares, pero que es en definitiva la pantalla criminal de la CIA para que los gobiernos de turno de África sean proclives en sus políticas de favorecer los intereses de extracción, sustracción y apropiación de las trasnacionales de los importantes recursos naturales.
Insiste en que el Africom ha sido creado para el control del petróleo africano, control en el que Estados Unidos y la OTAN involucran a países como España por sus lugares estratégicos para llevar a cabo ese control como pueden ser Rota y Canarias, con el objetivo de usar las instalaciones aeroportuarias como bases de operaciones de intervención, ocupación y desestablización en los países de la costa occidental africana para garantizarse por tanto la sustracción del crudo para su beneficio.
Para Rivero, con mandos como el Africom y otros creados para América Latina, Asia, Atlántico Oriental y Occidental, hablamos por tanto del dominio del mundo a través del control del petróleo y del resto de fuentes energéticas que existen en el planeta, ya que como es lógico para apropiárselas necesitan de este instrumento militar, con la ayuda y complicidad de “aliados” en los países afectados para que esa explotación de los recursos sea mucho más segura a las trasnacionales.
El abogado destaca que si para garantizarse la apropiación del petróleo se necesita llevar a cabo guerras genocidas como las de Libia, Afganistán o Irak, se hace sin ningún tipo de problema, pero también usan otras estratagemas como llevar a los países que quieren controlar enfermedades como el sida, la malaria y otras con el objetivo de mermar la población y crear la desnutrición que todos conocemos que ocurre en África.
Tomado: Tercerainformacion.es