jueves, 10 de octubre de 2019

Cuba y Venezuela: unidas tempranamente por Bolívar y Céspedes

Por estos días, personeros del Gobierno de Washington, con el presidente Donald Trump a la cabeza, vociferan inescrupulosamente que Cuba tiene un poderoso ejército en territorio venezolano. Los nuevos abanderados de la doctrina Monroe no aciertan a reconocer la nobleza de dos pueblos solidarios que, asentados en una histórica relación común, son fieles al legado de sus mayores. El supuesto ejército de cubanos en Venezuela está compuesto por médicos, maestros y técnicos de diferentes especialidades, portadores, como armas estratégicas, de las ideas de Bolívar y Chávez, y de Céspedes, Martí y Fidel. Solo quien desconozca la historia de las relaciones entre Cuba y Venezuela pudiera cuestionar tan estrecha hermandad.
No fue casual que el primer viaje al exterior del Comandante en Jefe Fidel Castro, al triunfar la Revolución, fuese a Caracas. El 23 de enero de 1959 descendía del avión que lo condujo, con un fusil fal al hombro, regalo del pueblo venezolano enviado a la Sierra Maestra. El recibimiento fue apoteósico. El pueblo venezolano había vivido la revolución cubana como propia, y hecho suya la lucha contra el régimen despótico y sanguinario del general Fulgencio Batista.
Estas relaciones tienen fuertes antecedentes históricos. Simón Bolívar, quien el 15 de abril de 1799 visitó La Habana, procedente de Veracruz, México, vivió obsesionado con la independencia de Cuba y Puerto Rico. Visionario como fue, comprendió que los destinos y la garantía de la independencia del continente americano pasaban por la isla de Cuba, y a su liberación dedicó nobles y cuantiosos esfuerzos.
Decenas de cubanos involucrados en 1823 en la logia masónica Soles y Rayos de Bolívar, inspirados en el Libertador de América, conspiraron por la independencia de la Isla. Cuando llevados por las circunstancias y la falta de condiciones para el levantamiento armado tuvieron que abandonarla, viajaron junto a él para ayudarlo a liberar la Patria Grande. No es casual que cubanos hayan combatido en Junín, Carabobo, Ayacucho, y muchas de las grandes batallas de la independencia americana, y que Bolívar tuviera estrecha amistad con los hermanos De Las Heras y el camagüeyano Francisco Javier Yanes, firmante del Acta de Independencia de Venezuela y, con el tiempo, el primer compilador de sus obras completas.
Los generales Antonio José de Sucre y José Antonio Páez recibirían órdenes de Bolívar para preparar expediciones libertarias a Cuba y Puerto Rico. En 1826, debió materializarse el proyecto presentado en el Congreso Anfictiónico de Panamá, pero la oposición del gobierno de Estados Unidos a dicho plan lo echó por tierra.
APOYO DE VENEZUELA EN LA LIBERACIÓN DE CUBA
Carlos Manuel de Céspedes predicó en su obra política como Presidente de la República de Cuba en Armas una fe sin límites en el pensamiento de Simón Bolívar. Quizá como elemento simbólico nombró como primer Secretario de Relaciones Exteriores del Gobierno electo en Guáimaro al venezolano Cristóbal Mendoza, nieto del primer Presidente de Venezuela independiente. Sus referencias bolivarianas fueron frecuentes en documentos oficiales, correspondencia y proclamas. La inclinación hacia Bolívar y Venezuela se acrecentó con la llegada de las dos primeras expediciones del vapor Virginius, que trajeron a los campos de Cuba a jefes y oficiales del ejército venezolano, con los que de inmediato se identificó, al punto de nombrar a dos jóvenes venezolanos sus ayudantes, y a un general de ese país como Secretario de la Guerra del Gobierno de la República de Cuba en Armas. Patentizando el significado de Venezuela para los cubanos, en 1871 escribió una carta al general venezolano José Ruperto Monagas, en la que afirmaba:
«Venezuela, que abrió a la América Española el camino de la Independencia (…), es nuestra ilustre maestra de libertad, el dechado de dignidad y heroísmo y perseverancia que tenemos incesantemente a la vista de los cubanos. Bolívar es aún el astro esplendoroso que refleja sus sobrenaturales resplandores en el horizonte de la libertad americana como iluminándonos la áspera vía de la regeneración. Guiados por su benéfico influjo, estamos seguros de que alcanzaremos felizmente el término».
Procedente de Venezuela arribó a Cuba, el 21 de junio de 1871, la expedición de Vanguardia Venezolana, desembarcando en la ensenada de Boca de Caballos, costa sur oriental, en las estribaciones de la Sierra Maestra.
El 6 de julio de 1873, igualmente procedente de Venezuela, desembarcaba en la ensenada de Mora, Pilón, al sur de la provincia oriental, la Expedición Bolivariana. Entregaron a los mambises otro valioso cargamento. De los 130 expedicionarios, solo 27 eran extranjeros, la mayoría venezolanos. La figura más destacada de los nuevos libertadores era la del general de división José Miguel Barreto, veterano militar venezolano, que pronto establecería sincera amistad con Carlos Manuel de Céspedes.
Un cálculo conservador de la posible cifra de mambises venezolanos en la Guerra de los Diez Años nos acerca al centenar. Integraron el alto mando mambí los mayores generales Salomé Hernández, José Miguel Barreto y Manuel María Garrido Páez. Fueron brigadieres del Ejército Libertador, Cristóbal Acosta, Amadeo Manuit, Manuel Garrido Pérez y José María Aurrecoechea Irigoyen. Coroneles, Ulises Urquiola, Ignacio Guerra y Cristóbal Mendoza; y comandantes, Rafael Golding y Tomás Mendoza, entre otros. Las guerras Chiquita y del 95 fueron también testigo de la presencia venezolana en la manigua cubana.
José Martí arribó a La Guaira el 20 de enero de 1881. Bolivariano como Céspedes, identificaba a Bolívar como al «…Padre Americano…». Aquella breve e intensa estancia de Martí en Caracas, había quedado sentenciada en sus proféticas palabras: «Deme Venezuela en qué servirla: ella tiene en mí un hijo». 
Miles de cubanos, agradecidos del desinteresado apoyo que el pueblo de Venezuela brindara históricamente a nuestra independencia y Revolución, han ofrecido su incondicional solidaridad a la Patria de Bolívar. Otros miles, esperan dispuestos, para servir a la causa bolivariana.
Tomado: Granma