El gobierno de Turquía ha desafiado el creciente rechazo de sus aliados de la OTAN sobre la invasión en los territorios fronterizos del noreste de Siria. Este martes, 15 de octubre, continúan los bombardeos contra posiciones clave kurdas en el séptimo día de guerra.
Ante la incesante incursión de las fuerzas turcas, el presidente de Donald Trump amenazó con sancionar la economía turca y reducir la ofensiva de Ankara contra combatientes kurdos y civiles en Siria. Sin embargo, su decisión de retirar las tropas estadounidenses desencadenó un panorama propicio para la fuga de prisioneros del Estado Islámico (EI).
Más temprano, El Intransigente América señaló que alrededo de 950 partidarios del grupo terrorista EI se escaparon del campamento donde permanecían bajo custodia kurdo siria. La ocupación turca en Ain Eissa y la debilidad de su oponente antes de unirse al ejército sirio permitió la huida de un contingente de extremistas islámicos.
En consecuencia, existe la probabilidad de un repunte del Estado Islámico en la región que antes había sido expulsado de la zona. Por su parte, Washington instó a Turquía detener la ofensiva y declarar un alto al fuego, mientras que la Unión Europea amplió su embargo a la venta de armas de su aliado más oriental.
Recientemente, El Intransigente América informó este lunes, 14 de octubre, un cambio en las estrategias de combate, las unidades populares kurdas acordaron luchar el ejército sirio de Bashar al-Ásad, apoyado por Rusia, contra las fuerzas de Erdogan. Ambos frentes combaten por controlar territorios fronterizos al norte de Siria.
Tomado: Tercerainformacion