La operación turca Fuente de Paz, lanzada en el noreste de Siria, obligó a más de 70 000 ciudadanos sirios a abandonar sus hogares, declaró el portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, Herve Verhoosel.
Según la agencia de prensa rusa Sputnik, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos había advertido previamente que el número de refugiados podía crecer drásticamente a causa de la ofensiva turca.
Al mismo tiempo, Jens Lerke, portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHOA), aseveró que en el noreste de Siria viven cerca de tres millones de personas en las zonas bajo el control de las Fuerzas Democráticas Sirias, que eventualmente pueden ser afectadas por esta operación militar.
El funcionario de la entidad por los derechos humanos agregó que los empleados de la ONU continuarán desempeñando su trabajo en el norte de Siria, pero la operación militar de Turquía dificulta el suministro de la ayuda humanitaria a los necesitados, mientras que las autoridades locales introdujeron medidas adicionales de seguridad en los puntos de inspección.
Turquía lanzó este 9 de octubre la llamada operación Fuente de Paz, cuyos objetivos proclamados son expulsar a las milicias kurdas de la frontera sirio-turca y establecer en el noreste del país árabe una zona segura a la que puedan regresar los miles de refugiados sirios que se encuentran hoy en territorio turco.
Esta ofensiva apunta contra las formaciones lideradas por los kurdos, entre ellas las Fuerzas Democráticas Sirias y las Unidades de Protección Popular.
Tomado: Granma
