miércoles, 9 de octubre de 2019

¿Mercenarios?: La otra cara de la guerra sucia contra Venezuela

Desde la ciudad del Doral, en el estado de la Florida, un grupo de exmilitares y expolicías venezolanos radicados en Estados Unidos están formando un movimiento armado con apoyo de la organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
José Antonio Colina, refiere Misión Verdad, protegido por el Departamento de Estado, se encuentra a la cabeza de esta operación.
Hay que recordar que, a principios de año, en el contexto de la «ayuda humanitaria» del 23 de febrero, hubo una intensa campaña de Juan Guaidó, el Gobierno de Duque y la Administración Trump para atraer militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) con el fin de formar un ejército irregular capaz de invadir el territorio venezolano.
Por la baja cantidad de desertores que hubo en ese momento, la campaña falló y los exmilitares se convirtieron en una carga financiera para el Gobierno de Colombia y la Acnur, que pronto abandonaron la logística que los mantenía en Cúcuta, desahuciándolos.
En abril, Reuters corrió el rumor de que Academi/Blackwater estaba contratando a 5000 mercenarios para derrocar al Gobierno de Nicolás Maduro. La contratista privatizó las guerras de Afganistán e Irak, pero ¿cuáles expectativas podría causar en Venezuela?
Las suficientes para que los seguidores de Juan Guaidó en el extranjero se aventuren a crear iniciativas que atraigan la mirada de inversionistas privados.
La Administración Trump ha dicho hasta el cansancio que la «opción militar no está descartada», siendo Estados Unidos un contratista usual de empresas privadas de seguridad, con el objetivo de apoderarse de territorios y los recursos que poseen sin la necesidad de asumir una carta de responsabilidad.
Tomado: Granma