Palestinos e israelíes se acusaron mutuamente ayer en la ONU de estar en el origen de su conflicto: los primeros denunciaron la colonización israelí y los segundos respondieron que son los palestinos quienes no reconocen al Estado judío.
Al tomar el podio, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, denunció que los planes expansionistas de Israel destruyen cualquier posibilidad de una solución de dos Estados. “Aquellos que crean en una solución de dos Estados deben reconocer a ambos Estados, y no sólo a uno de ellos”, añadió Abbas. El presidente palestino señaló además que sigue apostando por los esfuerzos internacionales para una conferencia de paz para Cercano Oriente: “Queda nuestra esperanza de que una conferencia de este tipo cree un mecanismo y establezca un plazo para el fin de la ocupación”.
Poco después, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, utilizó el estrado para contradecir directamente a Abbas: “Este conflicto no es por los asentamientos (israelíes en la Cisjordania ocupada), nunca lo ha sido. Siempre fue por la existencia del Estado judío’’, aseguró en la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Además, criticó a la ONU por haberse convertido en una “farsa moral” por la obsesión de algunos de los miembros del organismo multilateral con “su Israel”, aunque se mostró confiado en que pronto haya un cambio porque las actitudes del mundo con Tel Aviv están cambiando. “La ONU comenzó como una fuerza moral y se ha convertido en una farsa moral”, sentenció el primer ministro que, para ejemplificar recordó que el año pasado la Asamblea General aprobó veinte resoluciones en contra de Israel y apenas tres contra todos los demás miembros del organismo.
Por otro lado, se mostró optimista sobre el futuro de la región y sobre la posibilidad de alcanzar una paz sostenible, aunque criticó fuertemente a Abbas. “Le digo al presidente Abbas que tiene una elección: puede seguir agitando el odio como hoy o hacerle frente y trabajar conmigo para la paz”, señaló Netanyahu en respuesta al discurso del palestino, que exigió poner fin a la construcción de colonias en los territorios ocupados para poder alcanzar una solución de dos Estados. Sobre la solución de dos Estados, Netanyahu reiteró su compromiso aunque aclaró que no va a aceptar que los términos se dicten desde la ONU. “El camino a la paz pasa por Jerusalén y Ramalá, no por Nueva York”, subrayó.
Tomado: Pagina/12