Hace mucho de aquel “OTAN, de entrada NO” que se convirtió primero en el slogan del “cambio” que representaba el PSOE y que poco después acabó en papel mojado por lo gritaron a los cuatro vientos. Desde 1982, España se ha convertido en uno de los más fieles mayordomos de esta organización, producto de la Guerra Fría e instrumento mortífero de las “potencias occidentales”.
Llevamos ya 34 años en la OTAN. Mucho han cambiado las cosas desde 1982: Como (in)digno ejemplo, un Javier Solana que pasó de dar discursos anti-OTAN en los 80 [1] a ser Secretario General de la misma (bombardeando de paso Yugoslavia) en los 90, para finalmente lamentar una posible derrota de los terroristas sitiados en Alepo [2]. Julio Rodríguez, por su parte, se ganó con creces su apodo de “carnicero de Libia” antes de encabezar listas electorales de Podemos, arropado también por Izquierda Unida (IU) y Equo [3].
Pero la cuestión de la OTAN no es importante por las personas puntuales. Gobiernos enteros (tanto liberales como socialdemócratas) han sido los que firmaron el envío de jóvenes españoles a lugares disparatados, desde Bosnia-Hercegovina (24 años después, sigue habiendo militares españoles) hasta República Centroafricana o Mali [4], pasando por las avergonzantes misiones en Afganistán, Iraq o Libia, por mencionar solo algunas.
También hemos cedido nuestro territorio para que se envíen misiones de guerra desde el mismo, e incluso infames entrenamientos masivos de soldados de la OTAN [5]. Los sucesivos gobiernos del PSOE y el PP han hecho de la “marca España” uno de los más fieles “machacas” de la mafia otanista, intentando conseguir alguna migaja de las intervenciones militares sin importar las consecuencias, como ya comprobaron los madrileños un 11 de marzo de 2004, tras la guerra de Iraq.
Las migajas parecen atraer más que la luz a los insectos, porque no se aprendió de aquello. Las últimas noticias que nos dejó el Gobierno de Rajoy “en funciones” fue el envío de un contingente español a Letonia, a modo de “disuasión” para la vecina Rusia. Una muestra más de la escalada de tensión entre el imperialismo Ruso y los imperialismos de Estados Unidos y Europa, que de seguir así provocará un conflicto a gran escala, porque la forma de actuar entre unos y otros recuerda muy fácilmente a la situación de principios del siglo XX.
El gobierno español está actuando como un agitador más. La pregunta es sencilla: ¿Y si esta escalada desemboca en una guerra? ¿Alguien duda de que España estaría obligada a participar dentro de la OTAN? Solo hace falta revisar el historial delictivo de la Organización Atlantista para ver que allá donde actúa, los cadáveres siembran las calles. ¿Qué ganamos el pueblo trabajador, los estudiantes, jubilados y parados, de estos conflictos? Nada. Más bien lo perdemos todo, porque nosotros ponemos los muertos.
Nunca habrá un gobierno dentro de la OTAN que se preocupe por su pueblo. Siempre que haya un estado dentro de la OTAN, su pueblo se convertirá en carne de cañón. No existen argumentos a favor de permanecer en ella para los que no se lucran reconstruyendo países derruidos a bombazos. Hoy, más que nunca, se hace necesario luchar por salir de ella.
Revista Tinta Roja
Fuentes:
(1): http://emperors-clothes.com/articles/javier/solnato.htm
(2): https://twitter.com/javiersolana/status/759533271692808192?lang=es
(3): http://politica.elpais.com/politica/2016/05/17/actualidad/1463511703_542539.html
(4): http://www.defensa.gob.es/misiones/en_exterior/
(5): http://pcpe.es/index.php/comite-central/item/2147484342-resolucion-del-comite-central-del-pcpe-ante-las-maniobras-trident-juncture-2015-de-la-otan
Tomado: LibreRed.net