Más de 60 mil personas fueron víctimas de desaparición forzada en Colombia de 1970 a 2015, aseguró el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en un informe difundido hoy por noticiarios locales.
Según el CNMH, una de las dificultades para determinar la magnitud de ese crimen es el subregistro existente pues muchos de los ciudadanos que fueron blancos de ese flagelo son incluidos en la contabilidad oficial de secuestro o asesinato; además los perpetradores intentan borrar todo rastro en busca de impunidad, reseñó el portal digital El Espectador
Los victimarios se encargaron de eliminar las huellas (…), convirtieron los ríos y mares en cementerios y llenaron el país de fosas clandestinas con cuerpos sin identificar, precisó la investigación.
Dentro de los sectores más perjudicados por ese delito el dictamen menciona a la población campesina y obrera, sindicalistas y su familia, estudiantes, así como militantes y simpatizantes de los partidos políticos de izquierda, y miembros de organizaciones defensoras de derechos humanos.
De 1970 a 1981 -reveló el texto- los agentes de seguridad del Estado y los nacientes grupos paramilitares usaron la desaparición forzada como herramienta de contraofensiva frente al surgimiento de agrupaciones insurgentes; posteriormente hasta 2005 ese crimen creció con la consolidación del paramilitarismo.
Entre 2006 y 2015 las llamadas bandas criminales fueron las principales culpables de tales hechos, agregó el CNMH que responsabiliza también a otros actores armados como las guerrillas con esas acciones, añadió el estudio publicado por El Espectador.
La invisibilidad de ese crimen en Colombia llegó a tal punto que se ha vuelto una conducta natural, junto con la soledad con que los familiares encaran el proceso de búsqueda de un ser querido, amplió el reporte dado a conocer por el sitio web.
Única en el continente, la guerra interna ha dejado unos 300 mil muertos y casi siete millones de desplazados de sus lugares de origen, cifras a las que se suman los millares de ciudadanos cuyo paradero es desconocido hasta hoy.
Tomado: Prensa Latina