El número dos de Paul Manafort describió el martes ante el jurado cómo durante años disfrazó como préstamos millones de dólares en ingresos provenientes del extranjero a fin de reducir los impuestos a pagar del exdirector de la campaña electoral de Donald Trump.
Rick Gates, el testigo estelar de la fiscalía, relató cómo él y Manafort usaban empresas fantasma y cuentas bancarias en Chipre para canalizar los fondos y a la vez ocultar las cuentas e ingresos al servicio de recaudación de impuestos estadounidense, el IRS.
“En Chipre fueron registrados como préstamos. En realidad, era básicamente dinero trasladado entre cuentas”, dijo Gates en la segunda jornada de declaraciones durante el juicio de su antiguo jefe por fraude financiero.
Los fiscales convocaron a Gates, descrito por otros testigos como la “mano derecha” de Manafort, para presentar al jurado el relato directo de un cómplice en un complejo plan de evasión fiscal y fraude en beneficio de su jefe.
La defensa de Manafort intenta descalificar a Gates presentándolo como un estafador, mentiroso e instigador de conductas delictivas. En varias ocasiones la defensa ha tratado de restarle credibilidad ante el jurado.
Gates entró a una sala atestada donde el lunes declaró serenamente que había cometido desfalcos de cientos de miles de dólares y que él y Manafort habían delinquido al depositar fondos en cuentas bancarias extranjeras y falsificar documentos de préstamos bancarios.
Manafort y Gates fueron los dos primeros acusados por el fiscal especial Robert Mueller, quien indaga sobre la injerencia de Rusia en las elecciones de 2016 y sus posibles vínculos con el equipo de campaña de Trump.
Gates se declaró culpable y aceptó cooperar en la investigación de Manafort, el único estadounidense acusado por Mueller que ha optado por ir a juicio en lugar de declararse culpable.
Se prevé que la declaración de Gates se prolongará durante horas. Luego seguirá un duro interrogatorio a cargo de la defensa, que tratará de restarle credibilidad y atribuirle todas las culpas.
El lunes, Gates dio respuestas breves y cortantes a los fiscales, ante la mirada fija de Manafort. Previamente, otros testigos declararon sobre los gustos lujosos de Manafort y algunos profesionales de las finanzas explicaron cómo el acusado ocultó millones de dólares en cuentas en el extranjero.
En Estados Unidos es ilegal que un equipo de campaña acepte ayuda de una persona o gobierno de otro país. La comunidad de inteligencia de Estados Unidos, miembros del Congreso de ambos partidos y el propio Trump admitieron que Rusia interfirió en las elecciones presidenciales del 2016. Mueller busca averiguar si alguien conectado con la campaña de Trump conspiró con Rusia para inclinar la elección a favor del magnate vuelto presidente. También analiza si los tuits de Trump, sus declaraciones y otras acciones constituyen una obstrucción en la investigación.
Tomado: tercerainformacion