Según informó el viernes el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ), días antes de que el Ejército Nacional Libio (ENL), encabezado por el general Haftar, lanzara una ofensiva militar contra Trípoli, Arabia Saudí ofreció decenas de millones de dólares para respaldar la citada operación.
La oferta se realizó durante una visita de Haftar a Riad, la capital saudí, donde se reunió personalmente con el príncipe heredero de la monarquía árabe, Muhamad bin Salman, así como el jefe de inteligencia y ministro del Interior del régimen saudí, reveló el periódico.
“Haftar aceptó los fondos de Riad”, señaló el diario, citando a asesores principales saudíes, quienes indican que el paquete propuesto por Riad tenía la intención de comprar la lealtad de los líderes tribales, reclutar y pagar a los combatientes. “Fuimos bastante generosos”, agregan.
Ciertos países occidental respaldan a Haftar pese a su rechazo a los conflictos
El periódico norteamericano, además, reveló que mientras ciertos países occidentales han tratado de convencer a Haftar para que evite los conflictos, lo han apoyado mediante el suministro de armas y fondos, para promover su objetivo de consolidar el poder en el país.
“Haftar no sería un jugador hoy sin el apoyo extranjero que ha recibido”, dijo Wolfram Lacher, un experto de Libia en el Instituto alemán para Asuntos Internacionales y de Seguridad al WSJ, agregando que “en los últimos meses, casi todos subieron al tren de Haftar”.
La crisis en Libia se ha agravado desde el 4 de abril, cuando las tropas leales del mariscal Haftar, lanzaron una masiva ofensiva militar para tomar la ciudad de Trípoli, bajo el control del Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) de Libia, respaldado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Desde el derrocamiento del exdictador libio Muamar Gadafi en octubre de 2011 por medio de la intervención militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., surgieron en Libia dos facciones principales: una, liderada por el general Haftar, con sede en la ciudad de Tobruk (este); y la otra, el llamado GAN, con sede en Trípoli (norte).
Diferentes expertos alertan de los esfuerzos de ciertos Estados occidentales para anarquizar Libia, y así justificar su intervención y reforzar su influencia en el país africano.
Tomado: Tercerainformacion