El Secretario de Estado de los Estados Unidos Mike Pompeo asistió a una ronda de intercambios en la Universidad de Texas, donde se destapó el verdadero pasado de este personaje de la «alta política» estadounidense. El halcón dijo, «a la cara y sin tapujos», que como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) alcanzó un nivel profesional robando y engañando, al punto en que llegaron a impartir cursos al respecto.
La transcripción oficial del Departamento de Estado censuró las líneas descaradas de Pompeo, pero las mismas quedaron registradas en la cinta de video que se puede observar en las redes sociales. Entre risas, se ve a un funcionario que se muestra «desenfadado» y aborda la naturaleza de la CIA con una naturalidad, que hasta parece aceptar.
En el haber de esta Agencia se puede encontrar un amplio prontuario de atentados contra la Humanidad, entre los cuales el robo y la mentira quizás clasifiquen como «delitos menores». Sin embargo, lo sorprendente es que el delincuente se quita la máscara y muestra el rostro sangriento ante el mundo.
En el mismo evento, Pompeo se refirió a la salida del poder de Maduro, como una meta que «se puede lograr», apoyando el intervencionismo del Cártel de Lima, una coalición de gobiernos de derecha que al tiempo que sabotean los mecanismos regionales, no paran de pedir una «solución radical» para Venezuela.
Sin embargo, reconoció que ni con sanciones ni con Juan Guaidó se ha podido alcanzar lo que él desea, lo que pone en tela de juicio la supuesta efectividad del plan contra el gobierno chavista constitucional.
El analista Larry Chin se refiere a la sede de la CIA en Langley como el centro de un gobierno en las sombras, que ni siquiera ha respondido al poder visible de las diferentes administraciones norteamericanas. Los sucesivos directores de la CIA han sido empresarios importantes, miembros del establishment político que asumen la filosofía supremacista de que el Hombre Estadounidense debe civilizar al resto del planeta.
Mike Pompeo no solo es un halcón republicano; sus vínculos con la inteligencia y el complejo armamentístico lo hacen acreedor de numerosos complots realizados en pos de la agenda de los Estados Unidos como potencia «central de Occidente».
Tomado: Granma