“La prolongada crisis en Libia es consecuencia directa de la injerencia militar ilegítima de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte)”, censuró el sábado el ministro ruso de Exteriores en declaraciones ofrecidas en una entrevista con el diario egipcio Al Ahram.
A causa de la intervención militar de la OTAN, liderada por Estados Unidos, agregó Lavrov, Libia “se sumió en el caos, se convirtió en una fuente de inestabilidad regional y en foco del terrorismo”.
En 2011, la Alianza Atlántica manipuló el texto de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) sobre la necesidad de garantizar la seguridad de la población libia y lanzó una intervención militar en el país norteafricano, so pretexto de restaurar la seguridad.
No obstante, la invasión occidental a Libia y el subsiguiente vacío de poder creado con la caída de Muamar Gadafi sumergieron a este país en un profundo caos. Desde entonces surgieron en Libia dos facciones principales: el gobierno de unidad nacional, liderado por Fayez al-Sarraj, con sede en Trípoli —que está promovido por las Naciones Unidas—, y el otro, liderado por el general Jalifa Belqasim Haftar, con sede en la ciudad de Tobruk (este).
La crisis se ha agravado desde el jueves, cuando el mariscal Haftar, a la cabeza del llamado Ejército Nacional Libio (ENL), —apoyado por Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos— lanzó una ofensiva militar para tomar la ciudad de Trípoli, volviendo a sonar tambores de guerra en Libia.
Ante la compleja situación, el jefe de la Diplomacia rusa resaltó la importancia de entablar un diálogo nacional en Libia para superar las discrepancias existentes y lograr acuerdos sólidos para la reconciliación interna.
Manifestó, además, el respaldo de Moscú a los esfuerzos del enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Libia, Ghassan Salame, y su hoja de ruta para normalizar la situación en el país.
Diferentes expertos alertan de intentos de ciertos Estados occidentales para mantener en caos a Libia, para de este modo justificar su intervención y reforzar su influencia en el país africano, rico en petróleo.
Ha habido múltiples informes también que revelan el traslado de miles de terroristas de EIIL (Daesh, en árabe) y Al-Qaeda y otras bandas extremistas por Washington y sus aliados de Siria e Irak (donde han sufrido grandes derrotas) a Libia.
Tomado: Tercerainformacion