Desde el derrocamiento del régimen de Muamar Gadafi en octubre de 2011 por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., surgieron en Libia dos facciones principales: una, liderada por Haftar, con sede en la ciudad de Tobruk (este), y la otra, el llamado gobierno de Salvación Nacional (GSN), con sede en Trípoli (norte).
El general de división ordenó el jueves el inicio de la operación militar para la “liberación de Trípoli” y aseguró que “ha llegado el momento para una gran victoria”. Este viernes, sus fuerzas han avanzado hacia el campo sur de Trípoli.
Ahmed Mismari, portavoz del Ejército Nacional Libio (ENL), encabezado por Hafter, ha indicado a los medios de comunicación que sus tropas han tomado el control del aeropuerto internacional de Trípoli, al sur de la capital, y de varias aldeas ubicadas cerca de la ciudad en disputa.
Las fuerzas del Gobierno sostenido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a su vez, han desplegado artillerías adicionales en Trípoli, en un intento para defenderse ante las tropas de Haftar. De igual modo, han avisado de la captura de 145 leales a Haftar, además de confiscar varios vehículos militares, según recoge la agencia francesa de noticias AFP.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que ha mantenido un encuentro con Haftar, ha resaltado que deja Libia con un “corazón abatido”, aunque ha expresado la esperanza de que las recientes tensiones no conduzcan a la confrontación en Trípoli.
“Abandono Libia con un corazón abatido y profundamente preocupado. Aún espero que sea posible impedir un sangriento enfrentamiento dentro y en los alrededores de Trípoli”, ha apuntado Guterres en su cuenta de Twitter.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) también ha pedido este mismo viernes al ENL que frene la operación militar. Alemania ha llamado a la realización de una reunión de carácter urgente sobre la situación actual en Libia.
Tomado: Tercerainformacion