«Parecen competir el asesor Bolton y el secretario Pompeo. Uno hace y el otro deshace. Uno se apura y el otro se demora. No siempre coinciden, curiosamente. Más que un juego de errores bien ensayado parece haber premura e improvisación». Así lo aseguró el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, este jueves, pues casi una semana después del anuncio de nuevas sanciones contra Cuba, el pasado 17 de abril, nadie sabe de esas regulaciones criminales.
Rodríguez Parrilla dijo que el discurso ridículo y macabro de Bolton hace recordar el memorando del 6 de abril de 1960 en el que el entonces subsecretario de Estado norteamericano, Lester Mallory, afirma que el único medio para que el pueblo cubano dejase de apoyar a su gobierno es «provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria».
Denunció que el Departamento de Estado se afana en decenas de capitales del planeta en movilizar esfuerzos para agredir económicamente a Cuba, y justifica las sanciones recientes con la supuesta presencia de militares de servicios de inteligencia y del ejército cubano, quienes poseen un profundo arraigo en el estado venezolano. «Es una vulgar calumnia que otra vez desmiento. Cuba no posee tropas ni fuerzas militares ni participa en operaciones militares ni de seguridad en la hermana República Bolivariana de Venezuela», aclaró.
Calificó al asesor Bolton como «un mentiroso patológico», por decir de forma desvergonzada que Cuba tenía
20 000 matones en territorio venezolano, llamándole así a nuestro personal de la salud -del cual el 60 % son mujeres-, y que el reciente Memorando del Departamento de Estado asegura el despliegue de fuerzas militares cubanas hacia la frontera de Venezuela con Colombia para realizar acciones provocadoras. «Miente. Lo invito a que presente evidencias. El infame documento dice que decenas de miles de cubanos residentes en Venezuela han penetrado las instituciones y los servicios de ese país. Lo invito a que presente pruebas», advirtió el Canciller.
Refirió además que la calumnia que más indigna es la que ponen en boca de los médicos cubanos, al decir que van de puerta en puerta repartiendo medicinas y advirtiendo a los residentes que si no votan por el gobierno, le serán negados los servicios médicos; y que los cubanos se han insertado en pdvsa, desde donde desvían recursos petroleros hacia Cuba. «Disimula el Señor Bolton el robo desvergonzado de la filial Citgo de los dividendos de las exportaciones petroleras venezolanas y de sus activos en terceros países», añadió.
Rodríguez Parrilla aseveró que el mismo documento instruye a sus embajadores a que insten a los gobiernos a condenar públicamente la conducta de Cuba y utilicen todos los instrumentos económicos y diplomáticos a su alcance contra nuestro país. «Y recaba a los gobiernos, que ofende con vulgar intervención en sus decisiones internas, invitándolos a dar a conocer al Departamento de Estado sus ideas sobre cómo pudieran trabajar unidos para debilitar al régimen cubano», tal como lo hace –curiosamente– un documento de la Cancillería de Brasil dirigido a los embajadores brasileros en diversas ciudades, que expresa que ambos gobiernos decidieron unirse para -de forma coordinada- condenar el apoyo ofrecido por La Habana a Nicolás Maduro.
Rodríguez Parrilla recordó el enfoque calumnioso y ofensivo hacia el personal de la salud de Cuba, que trabajaba en las zonas más remotas y pobres de Brasil, que prestaba servicios a las familias de menos ingresos, a los que se les retiraron las condiciones para mantener la cooperación médica en ese país.
Resaltó que el gobierno de ee. uu. acude nuevamente a las mentiras más descarnadas para intentar justificar sus acciones. «Siempre lo ha hecho, pero ahora lo hace de una manera más desvergonzada que nunca. Ha acusado a Cuba de atacar a sus diplomáticos, de violar los derechos humanos, de ser responsable por la situación que experimenta Venezuela, de constituir una amenaza para EE.UU. y de representar los intereses de potencias extrarregionales en nuestro hemisferio».
Agradeció las expresiones de gobiernos de distintas partes del mundo y las voces que desde EE.UU. se han pronunciado claramente en rechazo a estas medidas, entre ellos muchos cubanos que allí residen. «Al igual que en el pasado, la política que ahora se endurece está condenada al fracaso y a acrecentar el aislamiento del gobierno de los Estados Unidos».
Para el Canciller cubano, ee. uu. ignora deliberadamente la opinión de los ciudadanos de su país, de los sectores más diversos y crecientes que se interesan por una relación respetuosa y hacia la normalidad en los vínculos entre ambos países. «Las familias cubanas no debieran ser rehenes de las luchas políticas intestinas en ee. uu., de la política inmoral y sucia que hoy prevalece en ese país, de los odios y rencillas que la política oficial atiza», valoró.
Resaltó también que la voluntad invariable y permanente de Cuba de sostener relaciones basadas en los principios del Derecho Internacional, la absoluta igualdad soberana de los estados, el respeto mutuo y el beneficio recíproco, no está al alcance del vaivén de los partidos en ese país y que se mantendrá el rumbo ya asumido, de acercamiento y ampliación de los vínculos entre la nación y los cubanos que residen en otros países, incluyendo los que viven en EE. UU.
El diplomático cubano dijo que, a pesar del indudable impacto económico que estas medidas tendrán, no podrán mover ni un ápice la firme determinación de resistencia de las cubanas y cubanos ni se acercarán en lo absoluto al viejo anhelo, al espejismo de derrocar a la Revolución Cubana y controlar los destinos de Cuba.
Hizo un llamado a la comunidad internacional a detener la insensatez y la irresponsabilidad, a actuar antes de que sea demasiado tarde, pues «el mundo no puede permitirse permanecer impasible mientras se convoca a destrozar a países impunemente.
«Los cubanos confiamos en la fuerza de la verdad, del derecho y de la justicia. Apelamos a los gobiernos, parlamentos, fuerzas políticas, movimientos sociales, populares, reivindicativos, indígenas, a los representantes de la sociedad civil, a los escritores y artistas, académicos, científicos, periodistas, intelectuales. Esperamos la acción de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la Organización Mundial de Comercio y de otras instancias multilaterales.
«Esperamos solidaridad del Movimiento de Países no Alineados, del Grupo de los 77, de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, de toda la comunidad internacional y de la opinión pública mundial», concluyó.
Tomado: Granma