viernes, 16 de agosto de 2013

Cierra primera semana de diálogos en Catatumbo colombiano

El gobierno colombiano y los campesinos del Catatumbo concluyeron en Cúcuta los primeros tres días de conversaciones con pocos avances, aunque con la expectativa de llegar la semana próxima a un acuerdo sobre el tema de los cultivos ilícitos.

En declaraciones a la emisora local Contagio Radio, el líder agrario César Jerez explicó que, aunque los diálogos marchan a paso lento, mantienen mucho optimismo en que esta vez el gobierno cumpla su palabra.

Hemos trabajado durante tres días en la solución de los cultivos ilícitos, y ya llegamos a una aproximación, pero quedan otros cinco puntos pendientes en esta materia que se terminarán de abordar el martes próximo, cuando se reanuden las negociaciones, sostuvo.

Jerez expresó su confianza en poder avanzar en esos temas pendientes para lograr firmar el primer acuerdo sobre la reparación a las víctimas de las erradicaciones forzadas de los cultivos de coca el miércoles y dar paso a la propuesta de una experiencia piloto de construcción de paz y reconciliación para el Catatumbo.

Tenemos una metodología de trabajo concertada y un acuerdo previo sobre garantías, dijo a esa emisora. Estamos confiados en que podamos llegar a un acuerdo para reparar a las víctimas como primer paso de avance para lo que será ese programa de sustitución de cultivos, agregó.

Denunció que aún continúa la presencia de la fuerza pública y de un grupo importante de erradicadores en la vereda de la Gabarra, en el municipio de Tibú, donde más de mil campesinos se han congregados para evitar este tipo de presión y amenazas.

El dirigente agrario afirmó que el campesinado aún cree en la palabra del gobierno y que sí se puede lograr acuerdos, y descartó una convocatoria para movilizarse el próximo lunes, fecha programada para un paro nacional agrario y de varios sectores.

Sin embargo advirtió que si las erradicaciones forzadas continúan de manera masiva y contundente, es posible que se realice una movilización.

Las protestas en esa región del Norte de Santander estallaron el 11 de junio y se mantuvieron durante 54 días ininterrumpidas hasta que los campesinos decidieron como muestra de voluntad levantar los bloqueos el 3 de agosto para reanudar los diálogos.

Tomado: Prensa latina